El Zaragoza está, deportiva, social, institucional y económicamente en la peor situación de la historia moderna. En un situación sin fácil retorno y sin visos de mejora.
Frente a esto, el zaragocismo también está en sus momentos más bajos. Después de años de desprecio al aficionado fiel, de mentiras, de entradas a precios irrisorios en relación al precio del abono de temporada, de jugadores indignos de vestir la camiseta blanquilla, de persecución incesante a los grupos que han mostrado su oposición a los dirigentes del club y del sistemático desarme de toda forma organizada de protesta…se ha producido el abandono en masa de una cansada afición que hace que La Romareda ofrezca el aspecto más desangelado de su historia.
El zaragocismo se siente huérfano de representación. Necesitamos a algo o a alguien que nos dé esperanzas, que nos lidere en la lucha contra Agapito y contra todos sus colaboradores (por obra u omisión).
La Federación de peñas del Real Zaragoza, entidad que en las buenas se autoproclamaba como representante de la afición, en estos momentos críticos y de la mano de sus máximos representantes (con su presidente a la cabeza) lo único que ofrece es la más completa inacción y desidia ante la situación actual del club.
La última decisión de no adoptar ningún tipo de protesta ante la presente realidad les define perfectamente. Están cómodos en esta situación y no quieren perder sus privilegios aunque eso le cueste la vida al club que pretenden defender.
Es el momento de que cada uno se defina, al igual que ya lo han hecho valientemente varias peñas, que demuestran que con trabajo y zaragocismo se puede vivir perfectamente sin el paraguas de la federación de peñas o el apoyo institucional del club. Estas peñas son un ejemplo para todos los zaragocistas y para todas aquellas peñas que critican en privado la gestión del club pero no se atreven a perder las migajas del pastel que reparte el Presidente de la federación a las peñas entre las agrupaciones más “afines”.
Es el momento de dar un paso al frente y que cada cual se defina. Que se dejen las medias tintas y que se haga con valentía.
Es el momento de la dignidad, que cada uno actúe como zaragocista, con sentimiento, sin dejarse influenciar por lo que ocurra en el césped, que al fin y al cabo ahora mismo, es lo menos importante mientras siga Agapito Iglesias de gestor de la entidad.
Es el momento de la unidad, de dejar rencillas personales, egos, intereses particulares y pensar en el bien común. Las diferencias y las desiguales formas de pensar o de actuar, deben seguir estando allí, no se debe imponer el pensamiento único, pero deberían estar aparcadas hasta que el gran, único y principal problema de este Real Zaragoza desaparezca.
Nuestro compromiso como grupo es el siguiente. LIGALLO FONDO NORTE, integrará, apoyará, y participará en cualquier movimiento serio y organizado cuyo fin sea la desaparición de Agapito Iglesias de la gestión del club ya sea directa o indirectamente, por lo que abogamos a la unidad de la sociedad civil aragonesa y zaragocista en esta cruzada por la salvación del Zaragoza.
El zaragocismo necesita a todo el mundo. Aficionados, ex jugadores, periodistas, ex directivos, empresarios, ciudadanos de a pie, peñas, grupos e incluso políticos.
Estamos convencidos de que con una continua presión popular en varios frentes y con unidad se puede lograr nuestro gran y único objetivo.
Al fin y acabo seamos todos conscientes de que… el que lucha puede perder. El que no lucha, ya ha perdido.
NO DEJEMOS MORIR AL REAL ZARAGOZA
Ligallo Fondo Norte
Ultras Real Zaragoza
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