jueves, 25 de julio de 2013

ROAD TO ZUERA


La Fiscalía Anticorrupción investiga las cuentas de la inmobiliaria del Real Zaragoza

La Fiscalía reclama a los administradores de la SAD las cuentas de Zaragoza Real Estate del año 2011. La filial de la firma deportiva cerró ese año operaciones como la finca de La Almunia y el chalet de Pozuelo

El ministerio público requirió a finales del mes pasado a los administradores concursales de la empresa --Carlos Terreu y Andrés Jiménez, que ocuparon el mismo cargo en el concurso de la compañía deportiva-- que le remitieran los libros de contabilidad referentes al ejercicio del 2011. La magistrada del Juzgado Mercantil número 2 de Zaragoza ha ordenado, mediante la providencia reproducida en esta página, emitir copias testimoniadas de esos documentos y remitírsela a la Fiscalía Anticorrupción.

Los fiscales quieren disponer del Libro Mayor y del Libro Diario de la inmobiliaria referente a ese ejercicio. El primero recoge de manera general las operaciones de la empresa --libretas, derechos, créditos, deudas, obligaciones, capital y ganancias o pérdidas--, mientras que el segundo registra cronológicamente los cargos y abonos en las cuentas de la sociedad. Su utilización es obligatoria para las empresas.

BANCARROTA

Zaragoza Real Estate, fundada en abril del 2008 para gestionar el fallido pelotazo de la construcción de un bloque de pisos de lujo en el edificio que alberga las oficinas del Real Zaragoza, entró en concurso de acreedores voluntario a mediados del 2011, como su empresa matriz --sus 3.001 euros de capital son íntegramente propiedad de la compañía deportiva de Agapito Iglesias--. Hace unos meses, y a petición del propio empresario, la magistrada del Juzgado Mercantil número 2 de Zaragoza ordenó la liquidación de la sociedad, que acumula una deuda de 7,89 millones de euros.

Zaragoza Real Estate participó en el 2011 en dos polémicas operaciones cuya rescisión han ordenado los tribunales al considerarlas dañinas para el patrimonio de la empresa y de su matriz.

Una es la compra de la finca de La Almunia, una parcela de 6.900 metros cuadrados que el ayuntamiento de esa localidad enajenó cuatro años antes por 162.150 euros y que, tras varios cambios de dueño, Zaragoza Real Estate adquiría por 2,5 millones de euros --más 450.000 de IVA-- a ADL Technology el 23 de marzo del 2011.

Esta empresa, que tenía en esa fecha como representante a Javier Bazaco --ejecutivo de cabecera de Iglesias-- y de cuyo socio único --Stalia Real Estate-- el constructor soriano poseía el 19% del capital, se hizo con los suelos en una compensación de deuda con inversiones Aguina, sociedad de la que el máximo accionista del Real Zaragoza era copropietario con un imputado en la operación Molinos.
Al vendérsela a Zaragoza Real Estate, ADL recibió uno de los pagarés de 1,125 millones que emitió el Athlétic de Bilbao por el traspaso de Ander Herrera y avales del Real Zaragoza SAD por valor de los 1,825 restantes.

La jueza concluyó, a instancias de Hacienda, que era una operación de despatrimonialización: las empresas blanquillas adquirían con un efecto bancario solvente una finca cuyo precio, en plena crisis, se había multiplicado por 18 en cuatro años.

Un mes después, el 30 de abril del 2011, Zaragoza Real Estate recibía de Real Zaragoza SAD el derecho de opción de compra de un chalet de lujo en Pozuelo de Alarcón del que faltaban por pagar 1,5 millones. El vendedor era Stalia. La compañía deportiva se hizo con la opción el 23 de marzo del 2010, al comprársela por 500.000 euros --467.289 más IVA-- a la empresa catalana PromarT.


 La Fiscalía Anticorrupción investiga las cuentas de la inmobiliaria del Real Zaragoza ( El Periódico de Aragón - 25/07/2013 )

PUTO SERBIO

lunes, 22 de julio de 2013

DECORANDO...

AÑO DE LIMPIA Y LUCHA



SALIDA INMINENTE DE RULETITAS




El Real Zaragoza atraviesa momentos muy críticos, tal vez uno de los peores a lo largo de su hermosa historia en la que siempre a representado al fútbol español con gran honor e importantes éxitos europeos. Por ello siempre fue y debería seguir siendo un equipo querido por la mayoría de los aficionados, como lo atestiguan nuestros mayores. Apoño está en el ojo de la tormenta y busca equipo.
Pero a día de hoy el club no está representado por alguien identificado con los valores del Real Zaragoza, Agapito Iglesias sigue siendo propietario de uno de nuestros tesoros futbolísticos y sigue arrastrando el nombre del equipo aragonés sin ceder a la presión social para su dimisión y venta de acciones. Con el primer equipo recién descendido a la segunda división, los aficionados más radicales han explotado y han empezado a tomar sus propias directrices. En una de las primeras sesiones de entrenamiento de la pretemporada, la ciudad deportiva ha sido visitada por seguidores que no soportan más la situación institucional y han tomado la violencia como vía de solución.
Las pancartas han sido escritas con un mensaje directo hacia Agapito y algunos jugadores t entre ellos el malagueño Apoño es el principal acusado.

Así rezaban: “Directiva y jugadores, fuera mafiosos y vividores” “ Agapito sigue, nuestra lucha también” “ Agapito vete ya”

Posteriormente se pasarían a escuchar sin cesar los insultos hacia el exjugador malaguista, “ Paleto, inútil, con canción incluida “ Ale Apoño Ale, vas al casino, palmas dinero y luego a beber” El futbolista mientras realizaba ejercicios contestó “ Eres tonto” y realizó una peineta. Los aficionados coincidieron en las gradas con un amigo cercano al andaluz y éste al defenderlo acabó siendo brutalmente agredido. Lo cual conllevó la reacción de Apoño encarando a los aficionados dejando cuentas pendientes. El entrenamiento tuvo que ser suspendido con Apoño siendo el primero en abandonar la ciudad deportiva.

En Zaragoza siempre se ha reprochado fuertemente la falta de compromiso y la vida poco saludable para un futbolista. Apoño no es el primero de la lista en ser el señalado por parte de un sector de las gradas de La Romareda y los que en otras ocasiones fueron señalados tuvieron que abandonar el club por la vía rápida, y eso que algunos de ellos habían sido importantes y muy queridos como Esnaider o Zapater. Apoño, en su llegada al Real Zaragoza, cuajó un papel excelente sobre el terreno de juego donde le vimos sus mejores características y un buen compromiso siendo clave en la salvación. Pero su gran entrada en el club se fue diluyendo en la siguiente temporada, dando paso a las acusaciones sobre su juego y vida personal que acababan siendo canciones desde el fondo norte de La Romareda. Para el malagueño las horas en Zaragoza empiezan a ser eternas, donde ve que su imagen seguirá siendo dañada domingo tras domingo y la idea de ser jugador de segunda no es fácil de asumir. Por tanto, aunque ha sido rápidamente arropado por el club, Apoño se agarrará muy posiblemente a una oferta de primera división, ya qye hay contactos con el Espanyol. También se le relaciona con la Liga de Turquía, donde ya mas de una vez se vinculó su futuro. La cuestión es que Apoño está en el mercado. ¿ Málaga? Difícil, seríaa una oportunidad muy delicada por parte la entidad blanquiazul.

http://www.lacostadelgol.com/apono-salida-inminente/

miércoles, 3 de julio de 2013

AGAPITO VETE YA


VIEJA GUARDIA DEL PAOK DE SALÓNICA

Urtain y el padre de Lopetegui

Por: Alfredo Relaño

09 de junio de 2013

.Vicente Gil era en los años sesenta el médico de cabecera de Franco, y al mismo tiempo el presidente de la Federación Española de Boxeo. Un par de veces le comentó Franco su extrañeza por que no saliera ningún nuevo Paulino Uzcudun (célebre peso pesado de la preguerra, vasco, natural de Régil). La segunda vez, acabó por entender que en realidad su ilustre paciente le estaba dando una orden. Se puso a pensar y decidió enviar en busca de algún forzudo vasco, un levantador de piedras. Quizá, enseñándole poco a poco la técnica del boxeo, y desde la base de su fortaleza natural, se pudiera conseguir otro Uzcudun.

El mejor, el más célebre, se llamaba (se llama aún) José Antonio Lopetegui Aranguren, aunque en el ambiente era conocido por el apodo de Aguerre II, heredado de su padre, como heredó el negocio del mismo nombre, una sidrería en Asteasu, Gipuzkoa. Uno de esos sencillos y desengañados asadores del País Vasco, de bancos de madera y gloriosa comida: ensaladas, espárragos, pescado del día y carne superior. Allí se presentó, en un día de principios de 1968, Miguel Almazor, el enviado de Vicente Gil. Le hizo la propuesta:

—Te enseñaremos a boxear, ganarás mucho dinero. Te apoyaremos, el Caudillo está interesado en esto. Saldrás en la prensa, te televisarán los combates, serás famoso.

Pero Lopetegui, por cierto, padre del actual seleccionador de la sub-21, dijo que no quería líos. Quería su asador, su familia, sus paisajes, sus partidas con los amigos, su mundo. No se le había perdido nada fuera de ahí. Y no hubo manera de convencerle.

Almazor fue entonces por una segunda opción, otro forzudo, José Manuel Ibar Aspiazu, también con apodo: Urtain, el nombre del caserío familiar, en Cestona. Un caserío heredado de su padre, que éste a su vez había heredado de su padre adoptivo, que le sacó de la inclusa. Ahí había sido feliz Urtain padre, con nueve hijos, hasta que murió por una apuesta sobre si aguantaba o no, tumbado en el suelo y boca arriba, el impacto de un grandullón que saltara sobre él, con los pies sobre el abdomen, desde la barra del bar. Así se las gastaba aquella gente. Y ahí, en el mismo caserío, estaba criando Urtain hijo a los tres chiquillos que ya tenía con su mujer, Cecilia Urbieta, nacida en un caserío próximo, y con la que se casó tras seis años de noviazgo. Y allí pensaba criar a todos a los que Dios mandara.

Urtain escuchó a Almazor con más interés:
—Te enseñaremos a boxear, ganarás mucho dinero. Te apoyaremos, el Caudillo está interesado en esto. Saldrás en la prensa, te televisarán los combates, serás famoso.

Urtain no tenía miedo a nada. Era más revoltoso que Lopetegui. Ya lo había demostrado cuando con 11 años se había escapado de un internado de Tudela para regresar a casa. Dijo que sí, a pesar de las reservas de su mujer.


Y empezó el torbellino. Tras unas cuantas instrucciones en el gimnasio del Hotel Orly, en San Sebastián, se presentó en Villafranca de Ordicia ante un buen tipo de Castro Urdiales llamado Gómez, pero al que se presentó como Tony Rodri. Para entonces, la leyenda del forzudo que iba ser el nuevo Paulino Uzcudun, se había hecho correr con habilidad y la plaza de toros estaba de bote en bote. Incluso acudieron un par de críticos notables de la prensa nacional. Por supuesto, Urtain ganó en un visto y no visto. Y a eso sucedió una racha impresionante de victorias en el primer asalto, excepcionalmente en el segundo, contra rivales desconocidos a los que se inventaba un pasado. El tercer combate ya fue en París, en un infecto tugurio de Montmartre. Pero la foto de Urtain y su séquito saliendo de una boca de metro de París con chapelas como paelleras se hizo célebre. España entera empezó a hablar de él. Unos decían que era un gran exponente de la raza vasca, otros que todo era un fraude ante una sucesión de paquetes. Él encadenó victorias, cada vez en escenarios mayores, y se instaló en Madrid.

En uno de sus viajes de regreso al País Vasco, fue con unos amigos a la sidrería de Lopetegui. Demasiado alegre, quiso propasarse con la mujer de éste. Lopetegui padre dejó el fogón, lo levantó en vilo y lo lanzó por la ventana de atrás a la carbonera.

Llegó la prueba mayor cuando fue nombrado aspirante al título de Europa de los pesos pesados, antes incluso de hacer el de España. El rival era Peter Weiland, un alemán gordo y calvo que al poner pie en Barajas dijo algo infamante:

—Las piedras que levanta Urtain yo se las tiro a los pajaritos.

¡La que se armó! Toda la tribu se indignó y nadie faltó ante el televisor. Urtain se batió como un jabato, con su estilo torpe y desmañado, parándolas con la cara pero sacudiendo mazazos, y ganó por K.O. en el séptimo. ¡Gloria! AS alcanzó un récord nacional de ventas que no se batiría hasta el 12-1 de Malta.

Arrancaban los 70 y todo era Urtain esos días en España. Summers rodó una película que merece la pena buscar: Urtain, el Rey de la Selva… o así. Se llamó un urtain a un plato muy bruto y muy macho, consistente en una base de patatas fritas sobre la que iba un churrasco y, encima, dos huevos fritos. Durante un tiempo no hubo español más popular, ni El Cordobés siquiera. El morrosko de Cestona era su apodo oficial. El morrosko hizo cuatro peleas más por el título de Europa, de las que ganó dos y perdió dos. El 70 y el 71 fueron sus grandes años. Luego empezó el viaje de vuelta.

Y fue penoso. Golpeado, lento, bajó del Olimpo a hacer peleas menores que dejaron de interesar. Perdió su familia, aunque creó otra nueva en Madrid, que consolidaría más adelante cuando llegó el divorcio. El celebérrimo José María García, que desde el diario Pueblo había contribuido a agitar el fenómeno, se cayó entonces del caballo y escribió un libro, Comedia Urtain, vendidísimo, en el que denunciaba toda la fastrupia.

Más tarde, Urtain intentó rascar algo de dinero en la lucha libre, ya convertido un poco en atracción de feria. Fue a trabajar al restaurante de su hermano Eusebio, como relaciones públicas. Aquello le interesó y montó un restaurante y una cafetería con los ahorros que le quedaban, pero no funcionó. Tuvo que traspasarlos, aunque en algunas épocas quedó contratado por el nuevo dueño como reclamo del local, que aún conservaba el nombre de Urtain. El último de ellos, en la calle Fermín Caballero, en un barrio modesto de Madrid.

A tres manzanas tenía su casa, en un octavo piso. Un mal día se tiró por la ventana y se estampó en la acera. Era julio de 1992. Tenía 49 años. De su segunda mujer había tenido dos hijos.

José Antonio Lopetegui sigue disfrutando, a sus 84 años, de su sidrería, sus amigos, sus partidas y sus atardeceres. Y todavía nadie ha batido su viejo récord de 22 levantadas en un minuto de la piedra cilíndrica.

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