El 13 de septiembre de 1959 se produjo el debut oficial con el Real Zaragoza de un futbolista especial, distinto, Marcelino Martínez Cao (Ares, La Coruña, 29 de abril de 1940). Sus diez años como zaragocista dejaron como legado 331 partidos oficiales y 116 goles, cifra que le convierte en el máximo goleador de la historia del club aragonés, una cifra hoy por hoy inalcanzable.
Un cigüeñal de camión para un tío del futbolista. Ése fue el precio del traspaso de Marcelino, que ya despuntaba en el Ferrol con apenas 18 años. A su llegada al Real Zaragoza, el `9´ estaba en posesión de Joaquín Murillo, uno de los grandes goleadores españoles de la época, por lo que el joven Marcelino ocupó en sus primeras temporadas en La Romareda prácticamente todos los puestos de la delantera. En la temporada 1961-1962, la abundancia y calidad de atacantes (Miguel, Duca, Murillo, Seminario, Lapetra) incluso le retrasó en ocasiones al puesto de interior, formando dúo con Isasi.
Daba igual. Su inteligencia natural le permitía destacar en cualquier puesto y enseguida despertó el interés del fútbol español. Pedro Escartín le dio la alternativa en la selección en noviembre de 1961, en un amistoso España-Marruecos (3-2). Marcelino sólo tardó once minutos en dejar su firma goleadora.
La temporada 1963-1964 marca el apogeo de Marcelino. En posesión ya del `9´, su unión con Canario, Santos, Villa y Lapetra generaba fútbol de alta escuela un domingo sí y otro también. Los `Magníficos´ ganaron sus primeros títulos (Copa de Ferias y Copa de España) y dos de ellos, Marcelino y Lapetra, intervinieron en la mayor victoria del fútbol español en mucho tiempo, el triunfo sobre la Unión Soviética en la Eurocopa. Marcelino ascendió a los altares pero apenas se mantuvo en la cima tres años más. Aún le dio tiempo para ser mundialista en Inglaterra, pero los `Magníficos´ se hicieron viejos de repente y el declive fue fulgurante. Con 28 años Marcelino empezó a desaparecer del equipo y vivió sus dos últimos años casi en el anonimato.
Atrás quedaron 116 goles, tres títulos, once años en el Real Zaragoza. En 1970 Marcelino dijo adiós definitivamente y con él se cerró una etapa dorada, marcada por un futbolista distinto, irrepetible.
Las dos semanas fantásticas de MarcelinoEntre el 21 de junio y el 5 de julio de 1964, Marcelino vivió quince días de ensueño en los que se proclamó campeón de Europa, con España, y campeón de la Copa de Ferias y de la Copa de España, con el Real Zaragoza. Si a eso añadimos el papel de héroe nacional alcanzado gracias al gol marcado a la Unión Soviética en el Santiago Bernabéu, es fácil comprender el estatus de auténtica estrella del delantero zaragocista.
Marcelino, proclive siempre a los gestos grandilocuentes y en cierto modo arrogante en sus modales, se convirtió en todo un símbolo de la España de los años 60. El gol de Marcelino a Yashin entró en la leyenda y el gallego encontró una razón poderosa para potenciar su estela de divo futbolístico.