Ida de dieciseisavos de final de Copa del Rey, contra el Granada (con todos los respetos) y con la compañia del agradable frió polar que nos proporciona la noche zaragozana. A priori no es que el plan sea de lo más apetecible. Pero si encima los lumbreras que dirigen nuestro club, esos que año tras año pseudo regalan entradas a todo el mundo, hacen pagar a los abonados un mínimo de 10 euros por tal magnifico espectáculo deportivo las perspectivas de que el equipo se sienta hoy arropado por la afición son bastante escasas.
Aprovecharse de la fidelidad de la afición zaragocista, del abonado que no quiere perder su número, del incondicional...tiene su riesgo y es que como decía la pancarta del Movimiento Avispa "Somos zaragocistas, no gilipollas"
Han pasado los tiempos del derroche, del precio de entradas desorbitadas, de pagar para todo...y si nuestros dirigentes no rectifican pronto se encontraran que el fútbol ha dejado de ser un deporte popular y ya no habrá afición a la que poder esquilmar.
Aún no han matado a la gallina de los huevos de oro pero tiempo al tiempo.
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