miércoles, 23 de enero de 2013

UN RECUERDO DEL 94

Un gol de Poyet a cuatro minutos del final condujo al Zaragoza a semifinales en el Pizjuán hace 19 años El equipo aragonés conquistó ese año el título copero, llave de la Recopa
 Vaya por delante que eran tiempos bien diferentes, con un Real Zaragoza hambriento, genial, matador, que crecía sin freno. Nadie se atrevía a ponerle techo. Eran cuartos de final de la Copa, se jugaba en el Sánchez Pizjuán y ante el Sevilla. Por ahí se hallan las analogías entre el partido de esta noche y aquel del 2 de febrero del 94 que dejó al Zaragoza camino de una gloriosa etapa. Un cabezazo de Poyet en el minuto 86 inclinó la eliminatoria del lado aragonés. En Zaragoza, entonces, no se discutía si era conveniente o no tirar la Copa. El equipazo, además, ayudaba a pensar en cotas altas. Así asomó once días después (6-3 al Dream Team de Cruyff), así acabó esa temporada, así seguiría un año después.

Todo había empezado una semana antes en La Romareda, en uno de los mejores partidos que recuerda La Romareda de aquel Zaragoza de Víctor Fernández. Díaz Vega, polémico árbitro con ínfulas, quiso expulsar a Xavi Aguado en el minuto 1 por una jugada en la que algunos no vieron ni falta. Desde luego, tampoco tarjeta roja. No era ocasión manifiesta de gol, pero estaba de moda la jugadita de marras y al defensa que le tocaba cerrar ya sabía que tenía muchas posibilidades de coger el primer turno de ducha.

Pues bien, tras un partidazo del Zaragoza --sobre todo de Santi Aragón, que dio un recital de recortes y pases--, el equipo de Víctor Fernández puso la eliminatoria de su lado (2-1) pese a que Cortijo le estropeó el happy end con un gol en el minuto 87. Al Pizjuán se fue sin el central expulsado y sin Esnáider (estaban Cáceres, Nayim, Pardeza, Higuera...), ante un Sevilla que se adelantó a la media hora tras un córner de Suker que iba para gol olímpico pero que Moya quiso para sí. En la segunda mitad salió el Zaragoza de fútbol ambicioso y redujo al mínimo al Sevilla de Luis Aragonés. Hasta que un córner puesto atrás lo llevó Aragón en profundidad hasta Belsué. El lateral aragonés puso en la cabeza de Poyet el empate. Era un triunfo que anunciaba un Zaragoza campeón. Porque podía. Porque quería.

Un recuerdo del 94 ( El Periódico de Aragón - 23/01/2013 )

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