Casuals, hinchas violentos de la ropa de marca
En 'La Ventana' nos adentramos en este particular tipo de grupos de violentos que hoy han provocado en un juzgado de Barcelona su enésimo altercado
Corría la década de los 70 en el fútbol inglés y el Liverpool de Bob Paisley imponía su ley dentro de las islas y fuera de ellas. Dos copas de la Uefa y dos Copas de Europa en este periodo así marcan su hegemonía en el fútbol del viejo continente.
Película 'Green Street Hooligans', protagonizada por Elijah Wood y Charlie Hunnam-
Sus hinchas, como no, acompañaban al equipo allá donde se desplazaba... y entre ellos, las facciones más radicales y violentas. Los conocidos como 'hooligans'.
En esos viajes comenzaron a desarrollar un gusto por ropa de firma que no les era tan sencillo encontrar en Liverpool. Prendas de marcas como Fila, Lacoste, Ralph Lauren o Kappa se convirtieron en el deseo más terrenal de estos violentos cuya pasión por el fútbol excedía la racionalidad y la legalidad.
Pronto algunos sectores de las gradas de Anfield -el estadio del Liverpool- cambiaron de apariencia. Sus aficionados ultras habían convertido en una costumbre el hacer "compras" en cada desplazamiento del equipo y así nació una estética muy peculiar que se fue extendiendo por todo el fútbol británico entre los grupos más violentos de hinchas. Es estilo "casual", jerseys, polos, gabardinas, camisas, pantalones de vestir, zapato... una nueva forma de acudir al estadio, un nuevo estilo de vida que enmascaraba una abrupta personalidad.
No era ese el objetivo fundamental, el entrar camuflados a los estadios sin ser detectados por la policía; sin embargo, era una atractiva consecuencia de la nueva estética.
Pese al desconcierto que pudo provocar este nuevo estilo entre los aficionados más violentos de los clubes, pronto, su inequívoca forma de actuación, puso a las fuerzas de seguridad tras la pista de las llamadas firms británicas. Así, en los años 80 se produjeron importantes operaciones contra estos grupos: en 1986 fueron detenidos siete hooligans del Chelsea. En sus domicilios encontrando armas blancas y propaganda de la National Front. La más sonada de las operaciones se llevó a cabo en enero de 1987 entre la firm del Birmingham ('Birmingham Zulus'). Hubo 49 detenciones dentro de la 'Operación Red Card' y casi 70 personas registradas.
En abril de 1988 y dentro de la 'Operación Omega', 26 hinchas del Manchester City fueron arrestados después de 6 meses de investigación encubierta.
Todos estos escándalos, a la vez de poner en alerta a las fuerzas de seguridad de todos los países europeos iban dotándole de una notoriedad importante a estos grupos, lo que provocó que entre los hinchas más radicales de equipos franceses, italianos, holandeses, belgas... cundiese el ejemplo.
El 'casualismo' en España.
En España tardó en llegar esta moda y, como con casi todo lo que imitamos, no pudimos no darle nuestro particular toque. La primera facción de un grupo violento que optó por adoptar la cultura casual pertenecía a los Boixos Nois, los ultras del Fútbol Club Barcelona. Fue en el año 1991 y su nombre, Casuals FCB.
No buscaron pasar desapercibidos -tampoco se puede decir que en los 90 ya ninguna de estas bandas lo buscase-, sin embargo, en España, había una intención por ser notorios. Con pancartas que colocaban en el Camp Nou y con una estética casual particular (hicieron del chándal de marca umbro un icono). Los incidentes con hinchas de otros equipos eran algo de lo más habitual, poco a poco, esta sección fue transformándose en la más radical de los seguidores más ultras del Barça.
En temporadas sucesivas, otras hinchadas de equipos españoles siguieron el mismo camino. En Zaragoza, nació otra firm, los Solfans Casual Club. Era la temporada 94/95. Su ideología, nacionalsocialista, lo que les llevó a protagonizar altercados en sus desplazamientos con otras secciones radicales de ideologías opuestas.
Entre los ultras del Oviedo -que en los años 90 jugaba en la máxima división del fútbol de nuestro país- surgió la ROCF (Real Oviedo Casual Firm). Posteriormente se convertiría en Vetusta Firm.
En todos los equipos de la Primera División española durante la década de los 90, con mayor presencia e influencia o menos, fueron apareciendo grupos de hinchas casuals. Los 90 una década en la que la estética que dominó a los grupos violentos en el fútbol español -de uno u otro signo político- fue la skin (bien skinhead o red skin). Esta es la explicación de que todas las firm españolas no sigan de manera inequívoca el estilo de las británicas originales.
Sin embargo, lo incidentes provocados, su actitud, sus actos violentos han sido una constante que los ha delatado. Hoy hemos conocido la noticia de los enfrentamientos entre los Mossos d'Esquadra y miembros de Casuals FCB que se han producido en el interior de la sala de la Audiencia de Barcelona después de que uno de los acusados haya protestado por la decisión y la juez hubiera ordenado su expulsión de la sala.
Esta tarde, en 'La Ventana', el periodista y escritor Carles Quilez, que conoce bien la organización, funcionamiento y características de estos violentos del fútbol, ha hecho un claro dibujo de cómo es este tipo de aficionado. Quilez ha sido amenazado por sus artículos y sus investigaciones periodísticas sobre los Casuals FCB de quienes dice que "antes que seguidores deportivos, son delincuentes".
Quílez ha relatado numerosos casos de extorsión -en el que la crueldad era un elemento indispensable, incluso con niños de 14 años a los que les cortaban las dedos como forma de chantaje- por parte de estos individuos. Además ha explicado que los Casuals FCB son un grupo muy trasversal en cuanto a edad y clase social. Por un lado, miembros de importantes familias de la sociedad catalana que siempre permanecen a la sombra; por otro, los llamados 'mini-casuals', chavales de entre 17 y veintitantos años que hacen la función de "recaderos, ayudantes...que recogen el testigo de los cuarentones y cincuentones que en los 90 lideraban estos grupos de extrema peligrosidad".
En esos viajes comenzaron a desarrollar un gusto por ropa de firma que no les era tan sencillo encontrar en Liverpool. Prendas de marcas como Fila, Lacoste, Ralph Lauren o Kappa se convirtieron en el deseo más terrenal de estos violentos cuya pasión por el fútbol excedía la racionalidad y la legalidad.
Pronto algunos sectores de las gradas de Anfield -el estadio del Liverpool- cambiaron de apariencia. Sus aficionados ultras habían convertido en una costumbre el hacer "compras" en cada desplazamiento del equipo y así nació una estética muy peculiar que se fue extendiendo por todo el fútbol británico entre los grupos más violentos de hinchas. Es estilo "casual", jerseys, polos, gabardinas, camisas, pantalones de vestir, zapato... una nueva forma de acudir al estadio, un nuevo estilo de vida que enmascaraba una abrupta personalidad.
No era ese el objetivo fundamental, el entrar camuflados a los estadios sin ser detectados por la policía; sin embargo, era una atractiva consecuencia de la nueva estética.
Pese al desconcierto que pudo provocar este nuevo estilo entre los aficionados más violentos de los clubes, pronto, su inequívoca forma de actuación, puso a las fuerzas de seguridad tras la pista de las llamadas firms británicas. Así, en los años 80 se produjeron importantes operaciones contra estos grupos: en 1986 fueron detenidos siete hooligans del Chelsea. En sus domicilios encontrando armas blancas y propaganda de la National Front. La más sonada de las operaciones se llevó a cabo en enero de 1987 entre la firm del Birmingham ('Birmingham Zulus'). Hubo 49 detenciones dentro de la 'Operación Red Card' y casi 70 personas registradas.
En abril de 1988 y dentro de la 'Operación Omega', 26 hinchas del Manchester City fueron arrestados después de 6 meses de investigación encubierta.
Todos estos escándalos, a la vez de poner en alerta a las fuerzas de seguridad de todos los países europeos iban dotándole de una notoriedad importante a estos grupos, lo que provocó que entre los hinchas más radicales de equipos franceses, italianos, holandeses, belgas... cundiese el ejemplo.
El 'casualismo' en España.
En España tardó en llegar esta moda y, como con casi todo lo que imitamos, no pudimos no darle nuestro particular toque. La primera facción de un grupo violento que optó por adoptar la cultura casual pertenecía a los Boixos Nois, los ultras del Fútbol Club Barcelona. Fue en el año 1991 y su nombre, Casuals FCB.
No buscaron pasar desapercibidos -tampoco se puede decir que en los 90 ya ninguna de estas bandas lo buscase-, sin embargo, en España, había una intención por ser notorios. Con pancartas que colocaban en el Camp Nou y con una estética casual particular (hicieron del chándal de marca umbro un icono). Los incidentes con hinchas de otros equipos eran algo de lo más habitual, poco a poco, esta sección fue transformándose en la más radical de los seguidores más ultras del Barça.
En temporadas sucesivas, otras hinchadas de equipos españoles siguieron el mismo camino. En Zaragoza, nació otra firm, los Solfans Casual Club. Era la temporada 94/95. Su ideología, nacionalsocialista, lo que les llevó a protagonizar altercados en sus desplazamientos con otras secciones radicales de ideologías opuestas.
Entre los ultras del Oviedo -que en los años 90 jugaba en la máxima división del fútbol de nuestro país- surgió la ROCF (Real Oviedo Casual Firm). Posteriormente se convertiría en Vetusta Firm.
En todos los equipos de la Primera División española durante la década de los 90, con mayor presencia e influencia o menos, fueron apareciendo grupos de hinchas casuals. Los 90 una década en la que la estética que dominó a los grupos violentos en el fútbol español -de uno u otro signo político- fue la skin (bien skinhead o red skin). Esta es la explicación de que todas las firm españolas no sigan de manera inequívoca el estilo de las británicas originales.
Sin embargo, lo incidentes provocados, su actitud, sus actos violentos han sido una constante que los ha delatado. Hoy hemos conocido la noticia de los enfrentamientos entre los Mossos d'Esquadra y miembros de Casuals FCB que se han producido en el interior de la sala de la Audiencia de Barcelona después de que uno de los acusados haya protestado por la decisión y la juez hubiera ordenado su expulsión de la sala.
Esta tarde, en 'La Ventana', el periodista y escritor Carles Quilez, que conoce bien la organización, funcionamiento y características de estos violentos del fútbol, ha hecho un claro dibujo de cómo es este tipo de aficionado. Quilez ha sido amenazado por sus artículos y sus investigaciones periodísticas sobre los Casuals FCB de quienes dice que "antes que seguidores deportivos, son delincuentes".
Quílez ha relatado numerosos casos de extorsión -en el que la crueldad era un elemento indispensable, incluso con niños de 14 años a los que les cortaban las dedos como forma de chantaje- por parte de estos individuos. Además ha explicado que los Casuals FCB son un grupo muy trasversal en cuanto a edad y clase social. Por un lado, miembros de importantes familias de la sociedad catalana que siempre permanecen a la sombra; por otro, los llamados 'mini-casuals', chavales de entre 17 y veintitantos años que hacen la función de "recaderos, ayudantes...que recogen el testigo de los cuarentones y cincuentones que en los 90 lideraban estos grupos de extrema peligrosidad".
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