viernes, 17 de mayo de 2013

DIRIGENTES DEL FÚTBOL ESPAÑOL


José Laparra, expresidente del Club Deportivo Castellón que aparece vinculado indirectamente en la trama Gürtel, pagó 165.000 euros a una echadora de cartas que vive en Magallón para que, mediante un conjuro amoroso, consiguiera que una mujer por la que sentía una verdadera pasión se enamorara de él. Pero el hechizo falló, no se produjo el flechazo, y el pasado miércoles Laparra, que se sentía estafado, se presentó junto con otras cuatro personas en el domicilio de la adivina para exigir la devolución del dinero.

El padre de la tarotista les abrió la puerta, pero su hija tuvo tiempo de avisar al 112, que a su vez movilizó a la Guardia Civil y varios agentes detuvieron en pocos minutos a los intrusos y los trasladaron a los calabozos del cuerpo en La Almunia.
Fuentes próximas a la investigación indicaron que, antes de la llegada de los miembros del instituto armado, el progenitor de la adivina, conocida como Lucía Martín, reunió una gran cantidad de dinero que había en su casa con la intención de dársela a los inesperados visitantes.

La Guardia Civil se incautó de esa suma, en torno a 140.000 euros, y la entregó al juez del caso, por si considera que puede haber un delito fiscal por parte de la adivina. El dinero, recogido en un fajo, estaba envuelto en papel de periódico. "No hubo violencia ni intimidación y el padre de la tarotista les facilitó el dinero que le pedían", manifestó el abogado defensor de cuatro de los detenidos, José Palacín.

El abogado explicó que los agentes intervinieron una pistola simulada que hallaron al registrar el bolso de la única mujer que intervino en el asalto. "En ningún momento apuntó con ella", subrayó.
La repentina entrada de la Benemérita en la casa de la echadora de cartas hizo que Laparra, que padece problemas coronarios, sufriera una crisis de ansiedad, por lo que fue trasladado al hospital Clínico de Zaragoza, donde recibió el alta tras ser examinado en Urgencias.

EN LIBERTAD

Hoy está previsto que todos los sospechosos sean llevados ante el juez de guardia en Zaragoza, dado que el lugar donde ocurrieron los hechos pertenece al partido judicial de la capital aragonesa.

Uno de los cinco detenidos, el chófer, fue puesto en libertad en la tarde de ayer, dado que no entró en la vivienda y permaneció todo el tiempo junto al coche, en una calle cercana al domicilio de la echadora de cartas.

El conductor llevaba solo un día trabajando para Laparra, que únicamente es amigo de la mujer arrestada, dado que los otros dos sospechosos no pasan de ser meros conocidos, según Palacín. En principio, Lucía Martín no ha sido detenida y figura en el atestado como denunciante de una tentativa de extorsión. La adivina procede de Barcelona y se instaló hace dos años en Magallón, donde lleva una existencia discreta, hasta el punto de que muchos de sus 1.300 vecinos apenas la conocen.

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