miércoles, 6 de junio de 2012

SOBRE ESCUDOS E IDENTIDAD



No sin nuestra águila

Borja Barba
http://www.diariosdefutbol.com/2012/06/05/no-sin-nuestra-aguila/

Quizá pasó desapercibido para el aficionado medio, pero en Polonia, anfitrión del torneo, levantó una enorme polvareda en la que se vio inmerso hasta el propio gobierno de la nación. El caso es que Nike, firma que viste al combinado polaco en esta Euro 2012, decidió rizar el rizo con la esperada nueva equipación polaca para una ocasión tan especial como la que se avecinaba. Siguiendo no se sabe muy bien qué consejos, la firma norteamericana suprimió del pecho polaco el Orzeł Biały, el águila blanca con corona dorada sobre fondo rojo. El símbolo de toda una nación. Y con los símbolos, ya se sabe, mejor no jugar demasiado.


Tal fue la desazón provocada en el aficionado polaco que el asunto acabó llegando incluso al parlamento, pocas semanas después de la presentación en sociedad de la nueva camiseta. El partido mayoritario desde el año 2007, Platforma Obywatelska, promovió una modificación en la normativa sobre la simbología empleada por las selecciones deportivas polacas. Los combinados nacionales ya no tendrían “el derecho” a emplear el escudo de armas del país, sino que a partir de ahora ese derecho se convertiría en una “obligación”. Una obligación deseada por la práctica totalidad de la población polaca.

Así se expresaba precisamente Roman Kosecki, exfutbolista internacional polaco con amplia carrera en Osasuna y Atlético de Madrid y actualmente miembro de la referida Platforma Obywatelska, al afirmar que “los niños polacos sueñan con poder lucir un día el emblema del águila en su pecho representando a su país“.

Nike no tardó en reaccionar y en recapitular. Junto al emblema de la federación polaca (PZPN), que incluye precisamente la figura de un águila exageradamente estilizada, la firma deportiva decidió que el tradicional emblema nacional, el Orzeł Biały, volviera a posarse sobre el pecho de toda la nación. Desafiante, orgullosa, uniendo a todos los polacos bajo el cobijo de su sombra. Ya se sabe que con los símbolos no se juega

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