El 12 de Abril de 1992 se enfrentaban en la Romareda el Zaragoza y el Athletic de Bilbao. A falta de 15 minutos para el final del partido Xabier Eskurza corría por la banda con el balón cuando Darío Franco le salía al corte lanzándose al suelo con tal fortuna que el jugador rojiblanco terminó pisándole la zona testicular al del Zaragoza. El argentino siguió jugando hasta el final del encuentro, sin darle importancia a cierto dolor que le aquejaba. Sin embargo, una vez en el vestuario y al sacarse el pantalón, enorme (y gore) fue su sorpresa cuando vio parte de uno de sus testículo fuera de la bolsa, que se había desgarrado a raíz del pisotón. Incluso Xabi Aguado, que estaba allí presente, llegó a desmayarse de la impresión. Afortunadamente la cosa se quedó en nada, ya que Franco pronto recibió 10 puntos de saturación en un hospital próximo al estadio zaragocista.
¿Qué fue de ellos?
La Víctima: Días después de lo acontecido declaró que la más preocupada por el asunto fue su mujer, ya que llevaban poco tiempo casados y querían tener hijos. Cuando le preguntaron por qué siguió jugando, el argentino se encargó de desmitificarse confesando que no tenía ni la más remota idea de que tenía abierta en brecha la bolsa de los testículos, que simplemente le ardía un poco y que de haberlo sabido lógicamente habría dejado de jugar al instante. Eso sí, pidió jugar el próximo partido de su equipo.
El Verdugo: Como no imágenes queremos pensar que la acción fue totalmente involuntaria. De hecho, hasta el propio Franco quitó culpa a Eskurza tras confesar haber visto la jugada en la televisión. De cualquier modo y habiendo recordado los pisotones de Simeone a Julen Guerrero, Pablo Alfaro y Javi Navarro a Míchel Salgado y a Ronaldo respectivamente y de Ayala a Simao no descartamos nada. Como jugador, su marcha del Athletic de Bilbao al Barcelona en 1994 marcó el inicio de su declive futbolístico, que le llevó a pasar con muchísima más pena que gloria hasta su retiro en 2001 por el propio Barça, Valencia, Mallorca e incluso Oviedo.
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