La entidad aragonesa cuenta en su poder con 3.500 entradas que, a la vista de la expectación creada en su primer día de venta, podrían agotarse rápidamente.
La afición zaragocista volverá a ofrecer una nueva lección de fidelidad el próximo sábado, cuando el conjunto blanquillo se juegue la permanencia en el Ciudad de Valencia. Un esfuerzo que ha comenzado cuatro días antes, con la retirada de las entradas para el partido.
Al finalizar el encuentro ante al Espanyol, Ángel Lafita pedía un último esfuerzo a la masa social del club para que acudiera al estadio del Levante. Una llamada que, aunque probablemente no fuese necesaria, ha sido ampliamente contestada por los abonados aragoneses. El club, sabedor de la importancia de la cita, ha querido ayudar facilitando el desplazamiento para todo aquel que quiera viajar, que, como se ha demostrado, son numerosos.
Inma y Silvia, dos seguidoras zaragozanas de 26 y 27 años, fueron las más previsoras. «Llegamos a las 2.00 y hemos pasado la noche aquí. Poco después vino un chico más, aunque cuando más gente se ha comenzado a poner ha sido al rededor de las 8.00 más o menos», relatan orgullosas mientras sostienen la preciada entrada con una mano y la esterilla en la otra.
«A las 5.00 la cola superaba la tienda del club, aunque ha sido a las 8.30 o así cuando ha empezado a tomar la forma que tiene ahora», apunta Luis, cuyo lema es: «por el Zaragoza, cualquier cosa». Él encarna la ilusión de los miles de seguidores que, pacientemente, dibujaban una serpenteante sucesión de ilusiones por la permanencia.
Y es que, tal ha sido la respuesta que, desde el número 6 de Eduardo Ibarra, la fila se ha extendido hasta Luis Bermejo, donde ha doblado la esquina hasta llegar al Auditorio. Una asistencia que hace prever una auténtica invasión blanquilla en Valencia que podría, incluso, hacer cortas las 3.500 entradas con las que inicialmente cuenta el Real Zaragoza.
http://www.heraldo.es/noticias/deportes/largas_colas_romareda_busca_entradas.html
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