Retiene el título mundial del peso welter tras batir a los puntos al méxicano Márquez en una decisión de los jueces que sorprendió a todos
Así, se mantiene la opción de un futuro encuentro entre el filipino y Floyd Mayweather Jr., una pelea que el negocio lleva años esperando
La trilogía de peleas protagonizadas por el púgil filipino Manny Pacquiao y el mexicano Juan Manuel Márquez llegó a su final como había comenzado, con una decisión polémica, que también fue favorable para el campeón del país asiático. Pacquiao volvió a superar a Márquez para retener la corona del peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), al derrotarlo por decisión mayoritaria en la tercera pelea de la trilogía entre ambos púgiles que ganó el campeón filipino (2-0-1).
La votación del combate fue de 114-114 para el juez Robert Hoyle, mientras que Dave Moretti registró 115-113 y Glenn Trowbridge dio 116-112, ambos a favor de Pacquiao, que se llevó una bolsa de 22 millones de dólares y dejó su marca en (54-3-2, 38 nocauts), en lo que fue su tercera defensa del título del peso welter.
Pacquiao subió al cuadrilátero como favorito y cumplió los pronósticos en las apuestas de Las Vegas, que desde un día antes del combate lo daban como favorito con números de 7-1. Sin embargo, tuvo que sufrir hasta el último segundo de la pelea programada a 12 asaltos para al final escuchar con alivio el resultado de la votación de los jueces, que vieron la pelea diferente al resto de los 18.000 espectadores que llenaron el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas (Nevada), y los comentaristas.
Pacquiao, de 32 años, hizo un combate a la defensiva en la primera mitad, muy lejos de las peleas a las que tiene acostumbrados a sus seguidores, y sin conseguir golpes efectivos, ni potentes, que pusieran en peligro a su rival. Pero al final si pudo entrar en la guardia de Márquez para colocar los golpes suficientes que le diesen la ventaja en las cartulinas de los jueces y le aseguraron el triunfo.
Márquez salió al cuadrilátero con una táctica que no se esperaba el campeón, manteniendo la distancia para evitar el poder y los contraataques del filipino, que ante la mayor técnica del mexicano, sólo apostó por su condición física para resistir el castigo, factor que iba a ser decisivo y de gran valor para Pacquiao.
En el tercer combate entre ambos peleadores Márquez, de 38 años, no pudo demostrar lo que había venido diciendo, que su boxeo es mejor que el del filipino, aunque una vez más se convirtió en el rival más difícil que ha tenido el campeón, considerado como el mejor boxeador del momento.
Los peleadores, viejos conocidos, se enfrentaron en el 2004 en una pelea marcada como empate, cuatro años después volvieron a combatir y Pacquiao lo venció por la vía de la decisión dividida. El mérito de Márquez esta ocasión fue que no permitió a Pacquiao hacer su pelea, el filipino incluso se mostró asombrado al no poder conectar con el poder y la contundencia con que ha derrotado a sus demás rivales, viéndose en momentos fuera de distancia cuando trataba de castigar.
En su segunda pelea dentro del peso welter, Márquez sigue también sin conseguir el triunfo, aunque demostró que a sus 38 años, el excampeón del mundo se mantiene en una gran forma. Después de un primer asalto de estudio, en el segundo Márquez empezó a mostrar la supremacía con su velocidad de puños y de piernas para sorprender al filipino.
A lo largo de los siguientes asaltos, ambos peleadores alternaron el dominio sobre el cuadrilátero, pero fue en el quinto cuando Márquez conectó un gancho de izquierda seguido con una derecha cruzada que impactaron de pleno rostro de Pacquiao. El púgil filipino una vez más confirmó su gran capacidad de aguante y gran preparación física, que le permitió recuperarse y no salirse de la pelea.
Lo mismo sucedió en el octavo asalto. Márquez conectó recto de zurda a la ceja derecha del filipino, que terminó la pelea con una ligera hemorragia que su esquina se la supo reducir de una manera muy efectiva.
Márquez lucía seguro sobre el cuadrilátero, e incluso en el décimo segundo asalto, pensando que los puntos le favorecían como le había asegurado su entrenador el legendario Ignacio Bersitáin, salió a cuidarse, a hacer una pelea en retroceso para evitar un golpe sorpresa del filipino.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2011/11/13/portada/1321167294.html
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