‘Durante más de cincuenta años, simplemente lo hicimos‘. Así cerraba ayer la compañía de Cheshire su relación de amor con la selección nacional de Inglaterra. El combinado inglés deja la firma fundada por los Humphrey Brothers en la década de los años veinte y pasará a vestirse con la americana Nike, en un paso más hacia la imparable homogeneización del fútbol. Lo hace tras más de cincuenta años (bien es cierto que con el interludio de la muy inglesa Admiral a finales de los setenta y principios de los ochenta), durante los que la imagen de Inglaterra ha estado indefectiblemente asociada al doble diamante en el pecho. De Geoffrey Hurst y Bobby Charlton a Frankie Lampard y Wayne Rooney, pasando por Gazza, Michael Owen, Paul Scholes o, cómo no, David Beckham. Del icónico Mundial del 66 al amistoso contra Brasil en Wembley del 6 de febrero de 2013. Umbro ‘simplemente lo hizo’ (‘we just did it‘), se adelantó al poderío de Nike (‘Just do it‘) antes de que ésta pudiese siquiera soñar con vestir a muchos de los principales combinados nacionales de todo el mundo.
Aquella final del 66 marcó a Inglaterra para la eternidad. El combinado de los Three Lions, que había iniciado su relación con Umbro justo un año antes del torneo, decidió jugar la gran final vestido de color rojo, el de su segunda equipación. La decisión, fruto de un gesto de cortesía con el rival alemán, definió lo que sería el futuro cromático de la selección inglesa. A partir de aquel partido, del encuentro más simbólico de la historia del fútbol inglés, el rojo se equipararía en resonancia al tradicional blanco de la primera equipación, tanto que hoy en día se haría complicado definir cuál es la segunda y cuál es la primera vestimenta por el uso indistinto de ambos colores. Cualquier intento por introducir alguna variación en el colorido del segundo uniforme (los hubo en azul e incluso en gris) fue siempre infructuoso. El rojo, siempre el rojo.
El partido de ayer, amén de ser la primera victoria inglesa sobre la verde-amarelha en sus últimos nueve enfrentamientos, supuso un cambio de era en el siempre tradicionalista equipo inglés. Al menos en lo estético. Las decisiones empresariales que colocaron a Umbro bajo el poder de Nike y acabaron depositando a la firma inglesa en manos del gigante norteamericano Iconix Brand terminaron precipitando el giro (del mismo modo que ocurrirá a partir de la 2013/14 con clubes como el Manchester City o el Athletic Club). Más allá de gustos personales, el fin de la era de Umbro en Inglaterra implica un paso más en la estandarización del fútbol moderno. Una pérdida de esencia y de identidad en favor de un fútbol con cada vez menor número de matices. Por mucho que lo que esté aún por venir sea mucho mejor que lo ya conocido.
http://www.diariosdefutbol.com/2013/02/07/camisetas-clasicas-adios-umbro/#more-33165
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