lunes, 11 de febrero de 2013

ROMARIC VUELVE AL CERO

Jiménez, que admitió no hace mucho que el africano "ha aportado cero" al Zaragoza, le dio la enésima oportunidad al centrocampista Su respuesta fue idéntica: nada de nada

 Por ahí se le ha caído medio proyecto a Manolo Jiménez, que ha debido maldecir un millón de veces su apuesta decidida por Romaric el pasado verano. El entrenador, que lo conocía de su etapa en el Sevilla, creyó en él. El costamarfileño, que estaba llamado a ser junto a Apoño el alma del Zaragoza en el centro del campo, le ha devuelto abulia. Es definitivamente el gran fiasco de la temporada. Ni defiende, ni ataca, ni elabora, ni pone una pizca de sensatez al juego, ni se aplica en las otras partes del fútbol, ni corre, ni quiere... Y la gente, arriba en la grada, lo tiene calado hace rato. El runrún crece. El Zaragoza no entiende de fútbol en La Romareda y él, cómo no, es uno de los señalados.

Hace solo nueve días que el técnico afirmó públicamente que el centrocampista "ha aportado cero al Zaragoza hasta ahora". Lo esperaba listo para ofrecer su mejor versión a la vuelta del singular torneo de Sudáfrica en que su selección se cayó en cuartos. Así que ayer, a la primera de cambio, lo puso en el campo para ver si lo que era nada se había convertido en algo. Pues no. Nada de nada.

Cuando el partido se puso con uno menos, sin Movilla al lado y con el sacrificio obligatorio que poner si se quería equilibrar el juego en la zona ancha, Romaric decidió que ni con cinco kilos menos (eso dicen que ha perdido en el último mes) merecía la pena consumir energía por los suyos en un partido que ya empezaba a enroscarse camino del sumidero. Con trote desquiciante, sin alma ni compromiso, permitió, como otros pero sin rubor alguno, que la Real cocinara el fútbol en su zona y se zampara al Zaragoza enterito en una bacanal de hora y media.

Menos mal que vino Movilla con el verano ya apurado, se acuerda. Si no llega a ser por la aparición última del pelado, andaría el Zaragoza en serios problemas. Se acepta que la Liga va camino de la preocupación. No se olvida que los mejores momentos físicos de Movilla coincidieron con los encuentros más sugerentes del conjunto aragonés esta temporada. Ahora que el veterano futbolista ha perdido algo de gas, al equipo se le encienden los testigos de emergencia.

Probablemente hizo ayer Manolo Jiménez lo que tenía que hacer: después de recuperar silueta y orgullo en África, volver a probar al que iba a ser su jugador bandera . El desastroso resultado es conocido. Así que ahora lo que le tocaría al entrenador es tomar las medidas necesarias con un jugador desleal al que sería una osadía confiar la salvación de este Zaragoza turbador. Ya lo dijo el propio técnico en la misma rueda de prensa en la que habló de su aportación cero. "Romaric tiene calidad y debe demostrarlo. Si ahora no aporta más, tendrá sus consecuencias". A ver.

Romaric vuelve a cero ( El Periódico de Aragón - 11/02/2013 )

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