LOS ‘MICROBOTAS’ Y LOS ‘MINIBOTAS’, IMPLICADOS EN LOS INCIDENTES PREVIOS AL OSASUNA-ZARAGOZA
Por EL INFORMADOR / 18 febrero, 2013Según ha sabido El Informador, “bastantes” miembros de esta banda juvenil participaron presuntamente en la agresión a dos pamploneses registrada cerca de Arrosadia. Al parecer, les atacaron tras confundirlos con hinchas aragoneses. Sus nombres aparecen entre los 33 rojillos identificados y la veintena de denunciados -a 55 ‘ligallos’ también les tomaron los datos personales-. La mayoría no ha cumplido los 18: “Muchos iban encapuchados y armados con palos, puños americanos, botellas, una porra extensible, armas blancas, bates, llaves inglesas…”, destacaron distintas fuentes. Además, podrían estar involucrados en la reyerta posterior contra ultras zaragozanos ocurrida junto al Reyno, en la que hubo tres heridos.
Los ‘Microbotas’ y los ‘Minibotas’ han vuelto a actuar. Otra vez. Y nadie parece poner remedio al problema. Muchos incluso lo ignoran o niegan ante la opinión pública. Según ha sabido El Informador, mientras las peñas de Osasuna y del Real Zaragoza trataban de tender puentes este sábado para recuperar la armonía que años atrás reinaba entre ambas aficiones, “bastantes” miembros de esta banda juvenil pamplonesa, a su vez ultras rojillos, recurrieron a sus habituales prácticas violentas. En los altercados ocurridos antes del encuentro resultaron heridas cinco personas, una de ellas en la cabeza; fueron apedreadas una furgoneta de la Policía Municipal de Pamplona y las lunas de un portal; hubo 32 navarros identificados y 55 visitantes; y se tramitaron unas veinte denuncias por la Ley del Deporte, muchas de ellas contra ‘microbotas’ y ‘minibotas’ que presuntamente actuaron “encapuchados y fuertemente armados”. La mayoría aún no ha cumplido los 18 años y entre ellos podrían figurar varios de los teóricos cabecillas del grupo, cuya existencia desveló este medio hace once meses.
Los incidentes se iniciaron en torno a las 17.00 horas entre el pabellón Arrosadia y la calle Tajonar. Al parecer, los supuestos agresores, entre los que figuraban integrantes de los ‘Microbotas’ y ‘Minibotas’, pidieron a dos jóvenes de 25 y 26 años que se identificaran al creer por error que eran aficionados aragoneses. “Como éstos se negaron, comenzaron a golpearles. Entonces llegaron más hinchas osasunistas, muchos de ellos armados y con el rostro cubierto”, destacaron las fuentes consultadas. Uno de los afectados tenía “un hombro dislocado y policontusiones”, mientras que el otro sufrió “golpes en la cara”.
Vecinos de la zona alertaron a la Policía Municipal, que desplazó una patrulla hasta el lugar de los hechos. Pero nada más llegar, una piedra impactó de lleno en un cristal del coche. Los agentes locales, que contaron posteriormente con la colaboración de tres dotaciones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía, realizaron hasta 33 identificaciones y se incautaron de “palos, puños americanos, botellas, una porra extensible, armas blancas, bates de béisbol, llaves inglesas, tuercas, etc”. Los efectivos nacionales se encargaron de redactar las denuncias y dirigen la investigación.
Los altercados continuaron en los alrededores del Reyno de Navarra. Concretamente, en la calle Valle de Aranguren. Poco antes del partido, unos setenta hinchas de ambos clubes se enzarzaron en una reyerta en la que resultaron heridas tres personas, dos de las cuales fueron trasladadas al Complejo Hospitalario de Navarra -una con lesiones en la cabeza-. Todo apunta a que se registraron “lanzamientos de botellas y enfrentamientos directos a golpes” entre los dos grupos, pero “no se requisaron armas” -sí se produjeron daños en la cristalera de un portal y en un vehículo-. Los primeros indicios apuntan a que algunos ‘microbotas’ y ‘minibotas’ participaron en la riña. Y diversos testigos remarcaron que los ‘ligallos’ involucrados en estos hechos llegaron “en bloque”.
El encuentro había sido declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia. Por eso cuesta entender cómo se produjo la segunda pelea y cómo el Cuerpo Nacional de Policía, encargado de custodiar a la hinchada visitante, no pudo evitarla, aunque después logró separar a los dos grupos y los efectivos tomaron los datos personales a 55 ultras aragoneses.
Algunos testigos dijeron que los hinchas maños implicados aparecieron “solos”, aunque desde el Cuerpo Nacional de Policía resaltaron que uno de los tres autobuses que llegó a Pamplona con aficionados blanquiazules “fue retenido hasta media hora después de comenzar el partido”. “Es posible que algunos compraran las entradas en el propio estadio y que burlaran la vigilancia, pero este extremo no se ha confirmado”, agregaron distintas fuentes.
Unos treinta ‘ligallos’ accedieron al campo mediada la primera parte, en esta ocasión custodiados. Luego llegaron los típicos insultos y se pudo ver una bengala en Graderío Sur. Los hinchas zaragozanos se marcharon en su autobús, nuevamente escoltados.
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