viernes, 26 de abril de 2013

ENTREVISTA A MARAVILLA MARTINEZ

'El ring es un juego de niños comparado con la calle'


Llegó a España con los bolsillos vacíos y el alma hambrienta, de alimento, pero sobre todo de gloria. Conoció la miseria, mendigó, estuvo preso por 'sin papeles'... pero no dejó nunca de entrenar sus puños. El éxito le esperaba al final del camino. "Siempre supe que iba a llegar", dice Sergio ‘Maravilla’ Martínez, que derrocha esa soberbia con tanta naturalidad que convence.

Nueve cinturones le dan la razón. Invicto en 26 combates, 'Maravilla' es hoy el mejor boxeador del mundo en el peso medio y, sobre todo, uno de esos escasos 'superclases' del boxeo caro, de los que más placer da subido en el cuadrilátero a los entendidos. Y se ha quedado 'estancado' en el tercer mejor del planeta libra por libra, pues el 'intocable' Floyd Mayweather Jr o Manny Pacquiao se negaron antes y ahora a pelear con otro elegido que les podía restar brillo y protagonismo. Este sábado vuelve a su tierra natal (Argentina), aquella de la que huyó hace 11 años, en pleno corralito, y que le ignoró hasta que le supo encumbrado entre los mejores. Un 'Argentina vs Inglaterra' en un ring de Buenos Aires, casi nada.

Pregunta: Y de repente... un país entregado, el estadio de Vélez a reventar, todos quieren ver su duelo contra el inglés Martin Murray.

Respuesta: Llevo años soñando con volver y con hacerlo por la puerta grande, como se está planificando. 40.000 entradas vendidas, una expectación tremenda, hasta la presidenta está implicada… Voy a darlo todo.

P: Será un baño de masas, ¿habrá más show que combate?

R: Se puede decir que Murray aún no tiene la categoría que tengo yo, por supuesto, pero hubo un momento en el que yo era Martin Murray, tenía 25 peleas, y un hambre de gloria brutal, brutal (recalca). Eso le hace peligrosísimo.

P: ¿Se le ha pasado por la cabeza el escenario de una posible derrota en casa?

R: Murray tiene muy poco para perder, mucho para ganar, pero se encuentra con un tipo que, a sus 38 años, aún tiene muchísima hambre de gloria. Lo va a tener muy difícil. Traigo una buena racha y no pienso aflojar en esta ocasión. Sé que me voy a quedar con el triunfo por knockout.

P: ¿Alguna vez sintió miedo sobre el ring?

R: Mi miedo pasa por el miedo al fracaso. Más que me lastimen, me da miedo hacer las cosas mal, que me superen las circunstancias. Y aunque prefiero no pensar en ello, sé que cualquier combate puede ser el último, lo sé perfectamente.

P: También puede ser el último para su rival.

R: Durante el combate no lo piensas. Después sí me acerco a darle un abrazo y suelo ir a visitarlo al hospital. A veces sentí mucha pena por ellos.

P: Ahora es un dios, pero vivió de la caridad y pasó muchas penurias. ¿Cuál ha sido el momento más duro fuera del ring?

R: En el año 2000, en Argentina, un problema personal que tuve. Prometí no contarlo nunca. Y una lesión en la que mi mano quedó muy mal (enseña la mano, le falta un nudillo). Tardé muchísimo en recuperarme, los médicos me decían que nunca podría boxear, ni siquiera escribir…

P: ¿Y de esa época de miseria?

R: Son etapas de la vida que hay que superar. Estaba tomando impulso para lo que estoy viviendo ahora.

P: ¿Cómo ha influido esa etapa en su forma de ser sobre el ring?

R: El ring es un juego de niños al lado de lo que puede pasar en la calle. Lo que he sufrido yo bajo el ring no tiene comparación con lo que puede pasar arriba.

P: Y de repente en el top del boxeo, ganando millones…

R: Sí, se vive bien. Uno tiene lo que merece. Es producto de mi trabajo. Son 18 años ya de boxeo.

P: Con su primera fortuna le compró una casa a su madre.

R: Sí, y después a cada uno de mis hermanos. Para mí era vital, venimos de una familia muy pobre, vivíamos en chabola. La mía me la acabo de comprar, en Madrid.

P: ¿Por qué eligió España, un país con tan poca cultura boxística?

R: Aquí estoy como dios, en Argentina necesito ocho escoltas para poder salir de casa. En EEUU no me puedo mover sin cinco guardaespaldas. Por eso elegí Madrid, aquí estoy tranquilo, encuentro paz.

P: ¿Seguirá luchando por ser el mejor libra por libra?

R: No puedo. Mayweather y Pacquiao no quieren pelear conmigo. A pesar de mis 38 años sigo siendo muy rápido, muy potente... Sigo teniendo bastante peligro, por eso se niegan. Mayweather elige sus rivales a dedo, entonces seguirá siendo el mejor.

P: Entonces, ¿después de Murray?

R: Recuperar mi rodilla y buscar otra motivación por la cual seguir boxeando. De repente me encuentro un poco vacío de motivación. Pero me gusta respetar a los rivales, por eso no puedo pensar en lo que pasará el día 28. Antes voy a estar frente a un hombre con mucha mala leche, con muchas ganas de golpear y muy malas intenciones. Tantas como yo. Tengo que respetarlo.

P: Julio César Chávez Jr. le ha propuesto una revancha. ¿Es cierto que la ha aceptado?

R: Son sólo rumores. No hay nada cerrado con Chávez. Es complicado que se dé una revancha.


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