miércoles, 16 de mayo de 2012
ENTRE DOS AGUAS
La vida en Italia no ha sido fácil.
Los italianos nunca han sido grandes guerreros ni han protagonizado grandes gestas militares por lo que han tenido que sobrevivir gracias a sus increíbles dotes para la diplomacia y las artes del engaño y la persuasión.
Gente acostumbrada a vivir entre dos aguas, a no ser nunca claros, ni por supuesto nobles, a tener que insinuar medias verdades, a mentir, a envenenar...y a permanecer escondidos y agachar la cabeza no vaya a ser que con sus intrigas enfaden a algún belicoso vecino.
Desgraciadamente para Maximin, no somos ni Romeos ni Julietas, ni esto es la Italia medieval.
Si tiene que decir algo que sea claro, que no insinúe.
Porque soltar mentiras, trolas, medias verdades... es un juego al que todos podemos jugar y sobre todo de forma más clara.
No nos escondemos como vosotros.
No necesitamos ir de superultras, ni disfrazarnos con camisetas de La Naranja Mecánica para ser superhools (aunque seguramente será un cinéfilo y un admirador de Kubrick y la lleva porque le gusta la fotografía de tan famosa película) y luego ir de pacifistas por las ondas.
Y no sólo con nosotros, ¿a que vienen esas insinuaciones vertidas sobre la Plataforma? ¿Qué pasa que no se dejan mangonear y no te dan suficiente protagonismo?
Si tienes algo que decir se claro y si no te piras a Italia, donde a un gran entendido como tuú no hará falta que le digamos como se las gastan con traidores, mentirosos y demás parásitos que abundan por las gradas.
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