En su particular carrera hacia el milagro, en su terrible y agotador baile en el alambre, el Zaragoza superó la prueba más dura de las que restan, la que representaba la visita del Levante a La Romareda, en el momento de mayor presión, con las victorias el martes del Granada y el Villarreal. Se salvará o no, eso solo lo traerá el futuro, pero la lección de resistencia, de deseo y de ganas que está dando el equipo aragonés, alentado y sostenido por una afición fiel y magnífica, por una grada que hace tiempo cree en un Sí se puede que ya es más que un himno, es absolutamente conmovedora y digna de elogio.
La mínima victoria ante el Levante, de nuevo al borde del infarto en los últimos minutos, es la segunda obligada de las tres citas seguidas en casa que tenía el Zaragoza. Ya solo falta el Racing el sábado para el triple, pero de momento el botín de anoche da otra bocanada de aire, otro grito de esperanza para un Zaragoza que ya tiene a dos pasos la orilla, con la visita del Racing y el epílogo en Getafe, y que sigue mirando a ver quién falla en su frenética carrera por eludir una tragedia a la que parecía condenado.
TRES Y EL 'AVERAGE'
El Zaragoza se acostó a tres puntos del Rayo Vallecano, aunque los rayistas tienen ganado el goalaverage particular, por lo que son cuatro en realidad. El cuadro madrileño perdió en Mallorca, en el mejor resultado de la jornada para los intereses blanquillos, al margen, claro, de una victoria que era obligada. Perder era morir, empatar oír el sonido de la marcha fúnebre y ganar era la esperanza. Fueron pésimas las noticias en Granada y en Gijón, con la victoria del conjunto nazarí y la del submarino, que quedan a cinco y a cuatro puntos, pero aún todavía al alcance zaragocista. Al menos, la derrota rayista acerca simbólicamente el objetivo, la zona de salvación, que está a tiro de 3 puntos, algo que no sucedía desde diciembre pasado, desde que el equipo cayó en Granada en la jornada 14.
Esos tres puntos suponen que la salvación está ahora muchísimo más cerca que cuando el Zaragoza se vio en Segunda. Recuerden, fue en Málaga, en la jornada 25, con el "siento vergüenza" de Jiménez. A 12 puntos estaba el equipo zaragocista entonces, una distancia que nadie ha logrado recortar para eludir el descenso. El mérito del equipo que dirige el técnico andaluz es que todavía tiene opciones de ello, de una gesta por la que entraría en la leyenda porque nunca antes se dio.
MEJOR CALENDARIO
Tras ganar a dos rivales de los puestos nobles --Athletic y Levante--, el calendario se suaviza. Llega el sábado a La Romareda un Racing ya descendido, sin la motivación que sí tendrá el Zaragoza, que contará con el empuje de una afición tan decisiva como la rasmia y el carácter de un equipo renacido y levantado por la fe de Jiménez. El final de la Liga llega en Getafe, con el cuadro azulón pidiendo ya las vacaciones después de dilapidar todas sus opciones europeas con dos derrotas y un empate en las últimas tres jornadas.
Con esos dos partidos por delante es muy factible, y por otra parte obligado, que el Zaragoza llegue a los 43 puntos. La duda es si eso será bastante para lograr la salvación. Esa es la incógnita, si los 25 puntos que lleva el Zaragoza en esta segunda vuelta son suficientes. Quizá la reacción llegó muy tarde, quizá Jiménez debió aterrizar antes por La Romareda, pero eso ya no se puede cambiar. Lo que sí puede remediarse aún es un destino al que el Zaragoza parecía condenado hace unos meses y contra el que se ha rebelado una plantilla y una afición y que aún se puede cambiar, porque aún Sí se puede.
Grito de esperanza ( El Periódico de Aragón - 03/05/2012 )
La mínima victoria ante el Levante, de nuevo al borde del infarto en los últimos minutos, es la segunda obligada de las tres citas seguidas en casa que tenía el Zaragoza. Ya solo falta el Racing el sábado para el triple, pero de momento el botín de anoche da otra bocanada de aire, otro grito de esperanza para un Zaragoza que ya tiene a dos pasos la orilla, con la visita del Racing y el epílogo en Getafe, y que sigue mirando a ver quién falla en su frenética carrera por eludir una tragedia a la que parecía condenado.
TRES Y EL 'AVERAGE'
El Zaragoza se acostó a tres puntos del Rayo Vallecano, aunque los rayistas tienen ganado el goalaverage particular, por lo que son cuatro en realidad. El cuadro madrileño perdió en Mallorca, en el mejor resultado de la jornada para los intereses blanquillos, al margen, claro, de una victoria que era obligada. Perder era morir, empatar oír el sonido de la marcha fúnebre y ganar era la esperanza. Fueron pésimas las noticias en Granada y en Gijón, con la victoria del conjunto nazarí y la del submarino, que quedan a cinco y a cuatro puntos, pero aún todavía al alcance zaragocista. Al menos, la derrota rayista acerca simbólicamente el objetivo, la zona de salvación, que está a tiro de 3 puntos, algo que no sucedía desde diciembre pasado, desde que el equipo cayó en Granada en la jornada 14.
Esos tres puntos suponen que la salvación está ahora muchísimo más cerca que cuando el Zaragoza se vio en Segunda. Recuerden, fue en Málaga, en la jornada 25, con el "siento vergüenza" de Jiménez. A 12 puntos estaba el equipo zaragocista entonces, una distancia que nadie ha logrado recortar para eludir el descenso. El mérito del equipo que dirige el técnico andaluz es que todavía tiene opciones de ello, de una gesta por la que entraría en la leyenda porque nunca antes se dio.
MEJOR CALENDARIO
Tras ganar a dos rivales de los puestos nobles --Athletic y Levante--, el calendario se suaviza. Llega el sábado a La Romareda un Racing ya descendido, sin la motivación que sí tendrá el Zaragoza, que contará con el empuje de una afición tan decisiva como la rasmia y el carácter de un equipo renacido y levantado por la fe de Jiménez. El final de la Liga llega en Getafe, con el cuadro azulón pidiendo ya las vacaciones después de dilapidar todas sus opciones europeas con dos derrotas y un empate en las últimas tres jornadas.
Con esos dos partidos por delante es muy factible, y por otra parte obligado, que el Zaragoza llegue a los 43 puntos. La duda es si eso será bastante para lograr la salvación. Esa es la incógnita, si los 25 puntos que lleva el Zaragoza en esta segunda vuelta son suficientes. Quizá la reacción llegó muy tarde, quizá Jiménez debió aterrizar antes por La Romareda, pero eso ya no se puede cambiar. Lo que sí puede remediarse aún es un destino al que el Zaragoza parecía condenado hace unos meses y contra el que se ha rebelado una plantilla y una afición y que aún se puede cambiar, porque aún Sí se puede.
Grito de esperanza ( El Periódico de Aragón - 03/05/2012 )
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