"Tenemos que animar a tope y no dejar de cantar"
El niño que protagonizó el pasado miércoles la imagen de la jornada en La Romareda llama a todo el zaragocismo a arropar al equipo hasta el final.
A sus escasos diez años, su imagen consiguió revolucionar, tras el partido ante el Levante, las redes sociales y foros zaragocistas. Captado por la cámara de Heraldo.es, Pablo Ginés dejó una de las fotografías más emotivas que la parroquia blanquiazul recuerda en los últimos tiempos. Con la cara pintada con los colores del Real Zaragoza y de la cuatribarrada aragonesa, el pequeño fue retratado mientras celebraba el gol de Edu Oriol -que a la postre significaría la victoria- ondeando una enorme bandera blanquilla y con un expresivo gesto de euforia. Una estampa que a ningún zaragocista ha dejado indeferente.
Todo desde la espontaneidad de un niño de su edad. "Él es así. El otro día fue él quien decidió pintarse, la bandera la lleva siempre, aunque sin palo, porque no me gusta que moleste a los de detrás", narra José Manuel, su padre. Sin embargo, el pasado miércoles se salió con la suya y pudo agitar a gusto su enseña. "Cuando marcó el Zaragoza, se bajó corriendo a la primera fila y se puso a onderla", explica.
La fotografía se ha llevado todo tipo de halagos. Hay quienes incluso opinan que debería ser la imagen de la próxima campaña de captación de abonados. "Ya vi los comentarios en la noticia", manifiesta con orgullo Pablo, quien "estaría encantado" de que esa idea llegara a buen puerto. Para él fue toda una sorpresa encontrarse, al llegar a casa, con su imagen abriendo la portada de esta web: "Me di cuenta de que me estaban haciendo fotos, pero no pensaba que saldría tan de cerca".
No es la primera vez que el chaval se convierte en 'icono' del zaragocismo. En 2009, con el equipo recién ascendido, ya apareció en un fotomontaje del Real Zaragoza junto al brasileño Ewerthon, bajo el eslogan 'Somos de Primera'.
Ni Barça, ni Madrid
Este joven zufariense -cuya familia procede de Ontinar- no entiende cómo puede haber zaragozanos y aragoneses que sean seguidores del Madrid o del Barcelona y no de los clubes de la tierra. "Hubo un tiempo en que fallé y era del Barça, porque de pequeños somos de los que siempre ganan, pero luego me di cuenta de qué equipo tenía que ser y rectifiqué".
Su familia, zaragocista sin excepciones, está más que contenta con la elección de Pablo, abonado desde que nació (ahora es el 13.802). "Toda la familia somos del Zaragoza, vamos una docena juntos a La Romareda", relatan su padre y su tío Fernando. Fue este último quien le regaló la bufanda de la Recopa que porta en la ya famosa foto.
Para él, el Zaragoza es algo más que una pasión. "Lo vive mucho. Se emociona y llora cuando ganamos y cuando perdemos. El día del Atlético de Madrid se pilló un sofocón...", reseña Rosa, su madre. "Estas últimas jornadas las vive con mucha intensidad, como en los últimos tres años, aunque yo le aviso de lo que puede pasar si el equipo pierde".
Pablo, quien juega de portero del Villanueva 'B' de 2ª Alevín, lo tiene sencillo para encontrar un ídolo en el vestuario zaragocista. "Siempre está pidiendo la camiseta de Roberto", cuentan sus padres. "Es más santo que Casillas", asevera el pequeño. "Incluso en algunos momentos ha estado en mejor forma que él", sentencia.
Sí, se puede
Con una Romareda a reventar, tiene claro cuál es la fórmula que guiará a los pupilos de Jiménez hacia la victoria en el vital encuentro de esta noche: "Aunque estén jugando mal no tenemos que pitar. Tenemos que animar a tope y no dejar de cantar, porque si pitamos se vendrán abajo".
Ante las posibilidades de salvación, no tiene ningún género de dudas: "Llegado este momento, si se le gana al Racing, nos salvamos. El descenso va a estar entre el Rayo y el Granada, y nos salvaremos nosotros y el Villarreal".
El niño que protagonizó el pasado miércoles la imagen de la jornada en La Romareda llama a todo el zaragocismo a arropar al equipo hasta el final.
A sus escasos diez años, su imagen consiguió revolucionar, tras el partido ante el Levante, las redes sociales y foros zaragocistas. Captado por la cámara de Heraldo.es, Pablo Ginés dejó una de las fotografías más emotivas que la parroquia blanquiazul recuerda en los últimos tiempos. Con la cara pintada con los colores del Real Zaragoza y de la cuatribarrada aragonesa, el pequeño fue retratado mientras celebraba el gol de Edu Oriol -que a la postre significaría la victoria- ondeando una enorme bandera blanquilla y con un expresivo gesto de euforia. Una estampa que a ningún zaragocista ha dejado indeferente.
Todo desde la espontaneidad de un niño de su edad. "Él es así. El otro día fue él quien decidió pintarse, la bandera la lleva siempre, aunque sin palo, porque no me gusta que moleste a los de detrás", narra José Manuel, su padre. Sin embargo, el pasado miércoles se salió con la suya y pudo agitar a gusto su enseña. "Cuando marcó el Zaragoza, se bajó corriendo a la primera fila y se puso a onderla", explica.
La fotografía se ha llevado todo tipo de halagos. Hay quienes incluso opinan que debería ser la imagen de la próxima campaña de captación de abonados. "Ya vi los comentarios en la noticia", manifiesta con orgullo Pablo, quien "estaría encantado" de que esa idea llegara a buen puerto. Para él fue toda una sorpresa encontrarse, al llegar a casa, con su imagen abriendo la portada de esta web: "Me di cuenta de que me estaban haciendo fotos, pero no pensaba que saldría tan de cerca".
No es la primera vez que el chaval se convierte en 'icono' del zaragocismo. En 2009, con el equipo recién ascendido, ya apareció en un fotomontaje del Real Zaragoza junto al brasileño Ewerthon, bajo el eslogan 'Somos de Primera'.
Ni Barça, ni Madrid
Este joven zufariense -cuya familia procede de Ontinar- no entiende cómo puede haber zaragozanos y aragoneses que sean seguidores del Madrid o del Barcelona y no de los clubes de la tierra. "Hubo un tiempo en que fallé y era del Barça, porque de pequeños somos de los que siempre ganan, pero luego me di cuenta de qué equipo tenía que ser y rectifiqué".
Su familia, zaragocista sin excepciones, está más que contenta con la elección de Pablo, abonado desde que nació (ahora es el 13.802). "Toda la familia somos del Zaragoza, vamos una docena juntos a La Romareda", relatan su padre y su tío Fernando. Fue este último quien le regaló la bufanda de la Recopa que porta en la ya famosa foto.
Para él, el Zaragoza es algo más que una pasión. "Lo vive mucho. Se emociona y llora cuando ganamos y cuando perdemos. El día del Atlético de Madrid se pilló un sofocón...", reseña Rosa, su madre. "Estas últimas jornadas las vive con mucha intensidad, como en los últimos tres años, aunque yo le aviso de lo que puede pasar si el equipo pierde".
Pablo, quien juega de portero del Villanueva 'B' de 2ª Alevín, lo tiene sencillo para encontrar un ídolo en el vestuario zaragocista. "Siempre está pidiendo la camiseta de Roberto", cuentan sus padres. "Es más santo que Casillas", asevera el pequeño. "Incluso en algunos momentos ha estado en mejor forma que él", sentencia.
Sí, se puede
Con una Romareda a reventar, tiene claro cuál es la fórmula que guiará a los pupilos de Jiménez hacia la victoria en el vital encuentro de esta noche: "Aunque estén jugando mal no tenemos que pitar. Tenemos que animar a tope y no dejar de cantar, porque si pitamos se vendrán abajo".
Ante las posibilidades de salvación, no tiene ningún género de dudas: "Llegado este momento, si se le gana al Racing, nos salvamos. El descenso va a estar entre el Rayo y el Granada, y nos salvaremos nosotros y el Villarreal".
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