EL NEGOCIO SE HUNDE
por Jeremy North
Supongo, y digo supongo porque no tengo ni tendré pruebas de lo contrario, que Agapito Iglesias, cuando se convirtió en máximo accionista del Real Zaragoza en mayo de 2006, tendría la intención de convertir a nuestro equipo en un negocio viable, tanto en lo deportivo como en lo económico. El caso es que llevamos cuatro temporadas con este señor y con su falange de directivos profesionales, con el Sr. Bandrés Moliné a la cabeza, como jefes del cotarro, y aparte de solucionar la situación económica de estos señores de por vida, con unos sueldos fantásticos, en los demás asuntos sólo se puede calificar su gestión como nefasta: en lo deportivo ya hemos sufrido un descenso y vamos camino del segundo y en lo económico la deuda aumenta de forma constante, con el agravante de que se ha descapitalizado el valor de la plantilla hasta extremos imposibles.
Parece que los malos resultados pueden llevar a la Directiva a cesar a Marcelino García Toral; es ley de vida, cuando las cosas van mal la paga siempre el entrenador. En este caso será otra víctima más de la suma incompetencia de estos dirigentes, que prefieren ofrecer otra cabeza de Santiago en bandeja, antes de acometer las necesarias gestiones para reforzar la peor plantilla de la historia del Real Zaragoza en primera división. Ah, pero claro, como hemos hecho una gestión económica digamos que no muy acertada, no tenemos ni un chavo en la caja, por lo que eso de fichar está muy crudo. ¿Qué se puede hacer para salvar el pellejo una vez más?: cesar al entrenador y señalarle con el dedo como único culpable del desaguisado. Pero ya no cuela: Marcelino está teniendo fallos muy importantes, pero no se puede pretender que convierta a una plantilla de segunda división en jugadores de Champions, aunque varios de ellos si que cobran a nivel de cracks mundiales.
Los grandes culpables de que el Real Zaragoza esté en el momento más crítico de su historia más reciente son Agapito Iglesias y sus secuaces. La afición no puede hacer nada para que el Sr. Iglesias desaparezca lo antes posible del Real Zaragoza, puesto que es el máximo accionista y será él, cuando le apetezca, el que se irá del club. Pero deberíamos intentar que fuese conocedor del enorme disgusto que su gestión nos está produciendo. El problema lo encontramos en que la afición está lobotomizada, completamente autista. ¿Dónde está esa afición que exigía resultados y buena gestión al Sr. Sisqués, a Miguel Beltrán o a Alfonso Soláns Jr.? ¿qué ha pasado en la afición para que se haya vuelto tan conformista?.
Esto no puede seguir así, tenemos que mostrar nuestro descontento con protestas airadas al palco, para que sean conscientes de una vez que no se puede jugar con la historia y con el futuro de algo tan importante para todos nosotros como el Real Zaragoza. Será difícil conseguir una reacción unánime, ya sabemos que ciertas peñas muy numerosas han encontrado apoyo a su labor en el club y no querrán ponerse en contra de sus protectores, pero el resto de aficionados tienen que salir de su letargo ya, porque el tiempo corre en contra del Real Zaragoza, que es lo único que nos debe importar.
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