El exdirector general del Zaragoza Gerhard Poschner también va a denunciar a la entidad por impago.
22/03/2011 S. VALERO
Poschner es un gran y honesto profesional. Ha sido, es y será mi amigo". Las palabras de Agapito Iglesias el 23 de mayo pasado, dos días después de la dimisión del entonces director general resuenan todavía con fuerza. Más, cuando el propio Gerhard Poschner tiene previsto demandar al Zaragoza por impago, ya que no ha podido descontar varios pagarés que le entregó el club aragonés y el caso ya está en manos de sus abogados.
No dejará de ser una demanda más de las que acumula el Zaragoza de Agapito, pero es significativa por ser de uno de los hombres de mayor confianza que ha tenido el empresario soriano y con el que mantuvo una más que estrecha relación personal. Ni eso le ha servido a Poschner para cobrar lo que se le adeuda.
Poschner tiene decidido desde hace días demandar y, salvo que vea satisfechas las cantidades antes de primeros de abril, lo hará a partir de esa fecha, porque tiene un pagaré que vence a finales de marzo. El dinero que le adeuda el club aragonés no corresponde a su salario como director general en los diez meses que estuvo --desde agosto del 2009 hasta mayo del 2010-- ni, obviamente, a su finiquito, ya que dimitió.
EL MOTIVO
Se trata de dinero que el Zaragoza le adeuda por su labor de intermediación en algunos fichajes y salidas antes de ser nombrado director general. Y hay que recordar que Poschner estuvo presente en muchas operaciones. Por ejemplo, el fichaje de Ewerthon, su posterior cesión, la llegada y la marcha de Oliveira, la salida de Sergio García al Betis, la incorporación de D´Alessandro, de Doblas, de Babic o la cesión de Pablo de Barros al Málaga.
Ya trabajó para el club antes de llegar a Agapito, pero con el empresario soriano lo hizo mucho más, naciendo una estrecha relación entre ambos y una plena confianza del máximo accionista hacia él. Esa confianza devino en su nombramiento como director general en agosto del 2009, con Marcelino García Toral como entrenador y en el final del mercado veraniego de fichajes en la temporada de regreso a Primera .
Sin embargo, la época de Gerhard Poschner en el Zaragoza fue efímera, víctima de la propia inestabilidad de una persona imprevisible como Agapito, capaz de entregar su máxima confianza a alguien con la misma rapidez que se la puede quitar. Participó en la revolución de invierno en el curso pasado, con la salida de Marcelino y la llegada de Gay, con siete fichajes y cinco bajas, pero se fue distanciando de Agapito. Además, el agente alemán mantuvo diferencias, que él mismo reconoció, con la dirección deportiva y con la secretaría técnica del club aragonés, con Antonio Prieto y Pedro Herrera. Poschner se fue quedando solo en el club y terminó por marcharse.
El despido de Marko Babic en septiembre pasado introdujo más distancia entre Agapito y Poschner, ya que el croata también llevó a los tribunales al Zaragoza --juicio que ganó-- por ese despido. Aun así, el máximo accionista del club aragonés volvió a recurrir a la ayuda del representante alemán en el pasado mercado de invierno para intentar reforzar al equipo zaragocista. Poschner estuvo dentro de la negociación por Bobadilla (Borussia Mönchengladbach) o la de Meira (Zenit), dos jugadores que al final no llegaron al Zaragoza.
Demanda de amigo ( El Periódico de Aragón - 22/03/2011 )
22/03/2011 S. VALERO
Poschner es un gran y honesto profesional. Ha sido, es y será mi amigo". Las palabras de Agapito Iglesias el 23 de mayo pasado, dos días después de la dimisión del entonces director general resuenan todavía con fuerza. Más, cuando el propio Gerhard Poschner tiene previsto demandar al Zaragoza por impago, ya que no ha podido descontar varios pagarés que le entregó el club aragonés y el caso ya está en manos de sus abogados.
No dejará de ser una demanda más de las que acumula el Zaragoza de Agapito, pero es significativa por ser de uno de los hombres de mayor confianza que ha tenido el empresario soriano y con el que mantuvo una más que estrecha relación personal. Ni eso le ha servido a Poschner para cobrar lo que se le adeuda.
Poschner tiene decidido desde hace días demandar y, salvo que vea satisfechas las cantidades antes de primeros de abril, lo hará a partir de esa fecha, porque tiene un pagaré que vence a finales de marzo. El dinero que le adeuda el club aragonés no corresponde a su salario como director general en los diez meses que estuvo --desde agosto del 2009 hasta mayo del 2010-- ni, obviamente, a su finiquito, ya que dimitió.
EL MOTIVO
Se trata de dinero que el Zaragoza le adeuda por su labor de intermediación en algunos fichajes y salidas antes de ser nombrado director general. Y hay que recordar que Poschner estuvo presente en muchas operaciones. Por ejemplo, el fichaje de Ewerthon, su posterior cesión, la llegada y la marcha de Oliveira, la salida de Sergio García al Betis, la incorporación de D´Alessandro, de Doblas, de Babic o la cesión de Pablo de Barros al Málaga.
Ya trabajó para el club antes de llegar a Agapito, pero con el empresario soriano lo hizo mucho más, naciendo una estrecha relación entre ambos y una plena confianza del máximo accionista hacia él. Esa confianza devino en su nombramiento como director general en agosto del 2009, con Marcelino García Toral como entrenador y en el final del mercado veraniego de fichajes en la temporada de regreso a Primera .
Sin embargo, la época de Gerhard Poschner en el Zaragoza fue efímera, víctima de la propia inestabilidad de una persona imprevisible como Agapito, capaz de entregar su máxima confianza a alguien con la misma rapidez que se la puede quitar. Participó en la revolución de invierno en el curso pasado, con la salida de Marcelino y la llegada de Gay, con siete fichajes y cinco bajas, pero se fue distanciando de Agapito. Además, el agente alemán mantuvo diferencias, que él mismo reconoció, con la dirección deportiva y con la secretaría técnica del club aragonés, con Antonio Prieto y Pedro Herrera. Poschner se fue quedando solo en el club y terminó por marcharse.
El despido de Marko Babic en septiembre pasado introdujo más distancia entre Agapito y Poschner, ya que el croata también llevó a los tribunales al Zaragoza --juicio que ganó-- por ese despido. Aun así, el máximo accionista del club aragonés volvió a recurrir a la ayuda del representante alemán en el pasado mercado de invierno para intentar reforzar al equipo zaragocista. Poschner estuvo dentro de la negociación por Bobadilla (Borussia Mönchengladbach) o la de Meira (Zenit), dos jugadores que al final no llegaron al Zaragoza.
Demanda de amigo ( El Periódico de Aragón - 22/03/2011 )
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