A los 76 minutos del encuentro entre el Cúcuta Deportivo y el Envigado de la Liga colombiana, los aficionados más radicales del equipo local decidieron rendir un homenaje a un compañero y amigo que había sido asesinado a tiros mientras disputaba un partido en un parque del barrio de Bellavista. Los jefes de la 'Barra del Indio' fueron al velatorio de Christopher Jácome, de 17 años, y robaron el féretro con el cuerpo del joven para llevarlo al estadio a presenciar su último partido y darle la despedida que "él quería". Hacer el velatorio en el estadio de su equipo. Siete minutos antes de que el Cúcuta empatara el partido, el ataúd fue introducido en las gradas del General Santander por un cortejo fúnebre de 200 personas ante la mirada de malestar de los 4.500 espectadores que asistieron al encuentro. A pesar de que los 'Barra del Indio' lo hicieran como un homenaje, la policía no ha tardado en identificar a varias personas que fueron las que se encargaron de robar el féretro y meterlo en el estadio, según informa el diario La Opinión de Cúcuta. El comandante de la policía en Cúcuta, Álvaro Pico, señaló lo sucedido como "desafortunado incidente" y ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido. "Cuando abrieron las puertas para habilitar la salida, un grupo de entre 200 y 300 personas se abalanzaron hacia el estadio y la situación fue incontrolable" dijo Pico, que además añadió que los 'Barras del Indio' tenían prohibida la entrada al campo por comportamiento violento en otros encuentros.
El empate entre los dos equipos que marchan en mitad de la tabla pasó a un segundo plano. Con la entrada del ataúd que contenía supuestamente el cuerpo fallecido de uno los seguidores más fieles del Cúcuta Deportivo. Yesid Arias, coordinador de emergencias que se encontraba en el estadio, vio como los aficionados introdujeron el ataúd a la fuerza cuando la policía se había trasladado al interior del campo. "Maltrataron física y verbalmente a las personas encargas de la seguridad" para llegar al interior del estadio y cuando la policía intentó actuar ya era tarde para contener el desorden y sólo pudieron evitar consecuencias más graves. En cambio, la familia y amigos del fallecido dieron la versión contraria y señalaron que la entrada al estadio se hizo sin abuso de la fuerza y sólo para cumplir el último deseo del fallecido, sin tener ninguna intención delictiva. Un hecho que no gustó a los aficionados que asistieron al partido ni al entrenador del Envigado. Pedro Sarmiento pidió respeto para los espacios deportivos y los fúnebres y encontró el homenaje una salida de tono de los aficionados locales y los jugadores. Para el médico del equipo, Julio Rivera, fue un hecho insólito. No se podía creer lo sucedido y se mostró "perplejo" porque aunque los controles para entrar a los estadios son muy rigurosos, los aficionados del Cúcuta lograron burlarlos y meter un muerto en las gradas. "No dejan entrar a las 'barras' pero sí a un cadáver. Esta es la única parte del mundo donde puede suceder esto", apuntó tras el incidente. Y aseguró que lo ocurrido tuvo que deberse a un error de coordinación de los miembros de seguridad de acceso al estadio que no pudieron comprobar si realmente el cuerpo estaba dentro del féretro.
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