Real Zaragoza y Sporting no juegan en La Romareda en Primera desde 1998. Colunga espera marcar frente a su ex equipo.
A. SIERRA. Zaragoza
El mismo año en que Frank Sinatra se despedía con sus notas del mundo de los vivos, el Sporting de Gijón visitaba por última vez el verde de La Romareda para enfrentarse al Real Zaragoza en Primera División. El partido significaba una doble despedida para los visitantes, ya que no sólo decían adiós al estadio zaragocista. Era el 29 de marzo de 1998. Esa misma temporada los rojiblancos no pudieron salvar la categoría y comenzaron un periplo de diez años en Segunda. Desde entonces, las vidas de estos dos 'clásicos' se han mantenido alejadas por las traumáticas travesías de ambos por el infierno que supone la división de plata.
Hasta finales del siglo XX, aragoneses y asturianos habían medido sus fuerzas a orillas del Ebro en la máxima categoría del balompié nacional en 30 ocasiones; primero en el campo de Torrero y después en La Romareda. El balance es muy favorable para el Zaragoza: 31 partidos ganados, 32 empatados y sólo dos perdidos. Aquel primaveral 29 de marzo, Real Zaragoza y Sporting se enfrentaban con sentimientos opuestos.
Era la jornada 31 y el conjunto asturiano deambulaba por Primera sabiendo que los puntos obtenidos durante la temporada le relegaban matemáticamente a Segunda. Mientras, el Real Zaragoza de Luis Costa transitaba por la zona media, carente de agobios y de obligaciones. En estas circunstancias, se produjo un resultado insulso de cero a cero, que de nada servía a unos y a otros. Costa presentó sobre el césped los últimos resquicios de los héroes de París. Juanmi defendía la portería, y Alberto Belsué, Xavi Aguado y Jesús Solana acompañaban a Gilmar en la retaguardia. Marcos Vales, José Ignacio, Kily González, Radimov, Jamelli y Yordi completaban el 'once'. El Sporting, entrenado por José Miguel Díaz Novoa, navegaba a la deriva con una plantilla que, lejos de hacer uso de la fructífera cantera de Mareo, contaba con hasta diez jugadores extranjeros en nómina. En su alineación destacaba ya el nombre de un futuro jugador blanquillo: Sergio Fernández.
El último enfrentamiento oficial en La Romareda entre ambos equipos se produjo en la temporada 2002-2003 en Segunda. El 31 de mayo, ambas escuadras empataban a uno, pero varios nombres que luego formarían parte de la historia blanquilla defendían entonces los colores rivales. Marcelino García Toral era el técnico rojiblanco. Rubén Pulido ocupaba el eje central de la defensa y David Villa, autor del definitivo empate a uno, era el estilete de los asturianos. Su gran temporada le sirvió al internacional español para firmar por el equipo aragonés pocos días después.
Las buenas relaciones entre ambas entidades deportivas se han visto plasmadas a lo largo de la historia más reciente con continuos intercambios de cromos. Marcos Vales cambió Mareo por la Ciudad Deportiva en verano de 1997, siete años más tarde (2004), David Villa daba un salto en su meteórica carrera al abandonar el club de sus amores para enfundarse la camiseta blanquilla en Primera División. Algunos nombres célebres han vestido primero la camiseta del Sporting y años más tarde la del Real Zaragoza. Rubén Pulido, Juan Castaño Quirós 'Juanele', Sergio Fernández, Pier Luigi Cherubino o Marcelino García Toral son algunos de los ejemplos más cercanos.
El último caso es el de Adrián Colunga, que jugó en el Sporting B. El delantero aseguró ayer que su ex equipo siempre se le ha dado bien. "He marcado siempre que me he enfrentado contra ellos, salvo en un partido. Ganarles significaría meter a otro equipo en el ajo", manifestó el asturiano, que apunta a titular el domingo. El sentido inverso lo representa Mate Bilic. El croata llegó a Gijón tras un breve paso por el Almería y el domingo vuelve a La Romareda.
A. SIERRA. Zaragoza
El mismo año en que Frank Sinatra se despedía con sus notas del mundo de los vivos, el Sporting de Gijón visitaba por última vez el verde de La Romareda para enfrentarse al Real Zaragoza en Primera División. El partido significaba una doble despedida para los visitantes, ya que no sólo decían adiós al estadio zaragocista. Era el 29 de marzo de 1998. Esa misma temporada los rojiblancos no pudieron salvar la categoría y comenzaron un periplo de diez años en Segunda. Desde entonces, las vidas de estos dos 'clásicos' se han mantenido alejadas por las traumáticas travesías de ambos por el infierno que supone la división de plata.
Hasta finales del siglo XX, aragoneses y asturianos habían medido sus fuerzas a orillas del Ebro en la máxima categoría del balompié nacional en 30 ocasiones; primero en el campo de Torrero y después en La Romareda. El balance es muy favorable para el Zaragoza: 31 partidos ganados, 32 empatados y sólo dos perdidos. Aquel primaveral 29 de marzo, Real Zaragoza y Sporting se enfrentaban con sentimientos opuestos.
Era la jornada 31 y el conjunto asturiano deambulaba por Primera sabiendo que los puntos obtenidos durante la temporada le relegaban matemáticamente a Segunda. Mientras, el Real Zaragoza de Luis Costa transitaba por la zona media, carente de agobios y de obligaciones. En estas circunstancias, se produjo un resultado insulso de cero a cero, que de nada servía a unos y a otros. Costa presentó sobre el césped los últimos resquicios de los héroes de París. Juanmi defendía la portería, y Alberto Belsué, Xavi Aguado y Jesús Solana acompañaban a Gilmar en la retaguardia. Marcos Vales, José Ignacio, Kily González, Radimov, Jamelli y Yordi completaban el 'once'. El Sporting, entrenado por José Miguel Díaz Novoa, navegaba a la deriva con una plantilla que, lejos de hacer uso de la fructífera cantera de Mareo, contaba con hasta diez jugadores extranjeros en nómina. En su alineación destacaba ya el nombre de un futuro jugador blanquillo: Sergio Fernández.
El último enfrentamiento oficial en La Romareda entre ambos equipos se produjo en la temporada 2002-2003 en Segunda. El 31 de mayo, ambas escuadras empataban a uno, pero varios nombres que luego formarían parte de la historia blanquilla defendían entonces los colores rivales. Marcelino García Toral era el técnico rojiblanco. Rubén Pulido ocupaba el eje central de la defensa y David Villa, autor del definitivo empate a uno, era el estilete de los asturianos. Su gran temporada le sirvió al internacional español para firmar por el equipo aragonés pocos días después.
Las buenas relaciones entre ambas entidades deportivas se han visto plasmadas a lo largo de la historia más reciente con continuos intercambios de cromos. Marcos Vales cambió Mareo por la Ciudad Deportiva en verano de 1997, siete años más tarde (2004), David Villa daba un salto en su meteórica carrera al abandonar el club de sus amores para enfundarse la camiseta blanquilla en Primera División. Algunos nombres célebres han vestido primero la camiseta del Sporting y años más tarde la del Real Zaragoza. Rubén Pulido, Juan Castaño Quirós 'Juanele', Sergio Fernández, Pier Luigi Cherubino o Marcelino García Toral son algunos de los ejemplos más cercanos.
El último caso es el de Adrián Colunga, que jugó en el Sporting B. El delantero aseguró ayer que su ex equipo siempre se le ha dado bien. "He marcado siempre que me he enfrentado contra ellos, salvo en un partido. Ganarles significaría meter a otro equipo en el ajo", manifestó el asturiano, que apunta a titular el domingo. El sentido inverso lo representa Mate Bilic. El croata llegó a Gijón tras un breve paso por el Almería y el domingo vuelve a La Romareda.
Extraído de http://www.heraldo.es
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