EL CIENTÍFICO HA RESTADO al Zaragoza la opción de una intervención divina si fuese necesaria. En este agujero negro, Kevin se merece una mayor fe en él..
06/09/2010 ALFONSO Hernández
Stephen Hawking ha negado a Dios, lo que ha hecho que el cristianismo ponga el grito en el cielo y que al Real Zaragoza le tiemblen sus cimientos. Si la reciente teoría del científico fuera cierta, una de las grandes perjudicadas sería la empresa de Agapito Iglesias (el apellido no computa), creada precisamente en el caos, un equipo que se sostiene en gran parte en un acto de fe deportivo y económico. En su lucha por la salvación, figura en un primer plano la intervención divina por si fuera necesaria.
Es decir que si Hawking tuviera razón, estaríamos "jodidillos", como dijo maese Marcelino García Toral cuando le preguntaron en San Leonardo de Yagüe, en los prolegómenos del proyecto del último ascenso, qué ocurriría si vendiesen a Diego Milito, Sergio García y Oliveira. Los dos primeros fueron traspasados a Genoa y Betis y ciertamente estuvimos más que "jodidillos" porque que a Oli, además, le entró saudade de caradura.
Presencia importante
El Real Zaragoza transita por un agujero negro de dimensión descomunal y apetito insospechado. Posee una primera plantilla de 17 jugadores disponibles a la que deberá sumar canteranos no porque lo haya impuesto Agapito, que apeló más inoportuno que nunca al fútbol base como elemento clave para edulcorar la crisis y animar a la alicaída afición, sino porque no hay un euro. En esta tesitura tan delicada, y en otra que no lo fuera tanto, me atrevería a asegurar que Kevin Lacruz debería tener una presencia importante en el fútbol solidario pero plano del Real Zaragoza.
Olvidémonos por un momento cuál es su patria, su bandera y su himno y pongámonos en su juego y las circunstancias actuales para aprovecharlo. Si hay que añadir un punto de demagogia populista, ¿por qué no hacerlo? Debutó con 17 años en Primera División, en el Sánchez Pizjuán, un hito de precocidad sólo superado por Moisés, y este año, con más cuerpo y mejores soluciones en sus botas, no ha desentonado; es más, le ha puesto tono y color a la pretemporada antes de ser reclamado por la selección sub-19 como antes lo fue con la sub-16 y la sub-17. Muchos como él se han quedado en ese camino prometedor, a las puertas de la madurez definitiva, pero no debería ser su caso siempre y cuando José Aurelio Gay le ofrezca en el campo y no en el banquillo el tiempo que necesita para crecer sobre la marcha, con fuego real. Muchos como él triunfan o son vistos ya en Primera por la valentía y el buen critero de ss técnicos.
Sería titular
Sin desmerecer las cualidades de Kevin por una comparación odiosa con sus compañeros, estoy seguro de que, ahora mismo, una encuesta entre la hinchada le situaría entre los titulares. Sólo la experiencia en la élite juega en su contra mientras el páramo del equipo lo hace a favor. Es su momento, y la cuestión peliaguda para el entrenador en buscarle un lugar entre los favoritos porque le rompe el esquema. Si el lánguido Jorge López fuera a tener más recorrido en el once, no habría la menor duda, pero el inminente regreso de Ángel Lafita complica la inclusión de principio de Kevin en la alineación. El 1-4-4-1-1 es prácticamente innegociable para el entrenador, que ha experimentado en una ocasión con Ander y Lacruz y un solo mediocentro. Los chicos y sus asociaciones fueron lo mejor, aunque Gay tiene sus razones para no arriesgar con una línea tan flaca por delante de la defensa.
La temporada, sin embargo, va a ser muy larga para una nómina de futbolistas muy corta. Kevin, que tendrá sus oportunidades, no asoma como un crack por lo que es innecesario y poco saludable presentarle como un jugador definitorio. Es listo, inteligente, ambicioso y de mente veloz. Y se deja la piel por el equipo y por el fútbol, tópico muy recurrente pero no siempre cierto (Pennant la tiene para gloria de los tatuajes). En este Real Zaragoza, suficiente aval para considerar su participación más allá de lo testimonial.
La fe es la "creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia". Kevin Lacruz puede ser un pequeño milagro en un Real Zaragoza rutinario, pero hay que apostar por él.
Lacruz contra Stephen Hawking ( El Periódico de Aragón - 06/09/2010 )
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