lunes, 20 de septiembre de 2010

Triste insolvencia

El Zaragoza no funcionó ni en defensa ni en ataque y cayó justamente en campo del Racing
20/09/2010 A. RAMÍREZ

El Real Zaragoza se presentó ayer El Sardinero en busca de un empate y se fue cosechando una merecida derrota ante un rival de su propia Liga. El conjunto zaragocista, en su versión más triste, no existió ofensivamente, pero para colmo de males volvió a fallar en la parte de atrás, como ya había sucedido ante el Málaga. El primer gol de Racing llegó en un despiste de todo el sistema defensivo del Zaragoza que fue aprovechado por Henrique para batir a placer de cabeza a Leo Franco a la salida de un córner botado por Munitis, que en la jugada anterior ya había obligado al portero argentino a realizar una gran parada. Las posibilidades del cuadro aragonés de puntuar se acabaron en ese momento (m.76), porque con el marcador en contra ya no tuvo ni fuerzas ni solvencia para buscar el empate.
El gol que abría el triunfo local se produjo además cuando el Racing parecía empezar a perder gas y el Zaragoza daba la impresión de tener más controlada la situación. El conjunto zaragocista quiso hacer entonces lo que no había hecho por su falta de ambición y para su desgracia se encontró con el segundo tanto. De todos modos, poco antes, en pleno desconcierto, Jarosik hizo un mal despeje y el balón, tras rechazar en la espalda de Rosenberg, le cayó a Ariel, pero Leo Franco evitó el gol. Sin embargo, poco después ese mismo jugador le batiría por segunda vez a placer.
La primera parte del partido fue tediosa. El Racing tuvo mayor control del balón, pero sin llegar a crear verdadero peligro, y el Real Zaragoza se conformó con dejar pasar los minutos sin sufrir apuros. Entonces, la actitud de sus jugadores llegó a molestar en algunos momentos a José Aurelio Gay, que se le vio gesticular en la banda como muestra de desaprobación. En el segundo periodo, el Racing salió en tromba y a los siete minutos de la reanudación ya había acumulado tres ocasiones de peligro. Gay, viendo que el partido se le escapaba, hizo entonces dos cambios: Pinter entró por Edmilson y Boutahar por Bertolo, que se fue muy enfadado.
El Zaragoza vivió entonces una fase de cierta tranquilidad e incluso pudo adelantarse en el marcador de no haber anulado el árbitro un gol legal a Gabi (m.71). Pero del tanto injustamente anulado a Gabi, ya que no existía la falta de Ander que pitó, se pasó en un plis plas a lo que luego supondría la derrota del conjunto zaragocista. En un córner, Henrique marcó el 1-0 en un remate a placer de cabeza. Era el minuto 75, pero viendo el escaso poder ofensivo del Zaragoza y las carencias de su sistema defensivo el partido se podía dar por terminado. Ni la presencia de Marco Pérez, que entró en el ataque por un desafortunado Sinama Pongolle, debutante ayer como titular, iba a cambiar las cosas. El colombiano vivió en permanente fuera de juego los minutos que estuvo y en el tiempo añadido, ya con 2-0 en el marcador, envió un balón al poste cuando tenía todo a su favor para marcar. En Riazor ya había fallado otra oportunidad todavía más clara.
Ni los efectos del accidente sufrido en el partido ante el Málaga (3-5) en La Romareda ni el gol anulado a Gabi, que en ese momento podía haber cambiado el rumbo del choque, deben servir de excusa para justificar la mala imagen ofrecida ayer por el Real Zaragoza. El cuadro aragonés estuvo desaparecido en ataque, sin capacidad para salir al contragolpe y con graves lagunas en defensa. Este equipo, pese a las carencias que ya se advertían de antemano por su falta de calidad, no es el mismo de la pretemporada. Ahora no presiona como antes, no tiene salida desde atrás, juega con menos agresividad y comete errores en la retaguardia que no cometía antes. Todo ello le hace un conjunto vulnerable. Muchos problemas a solucionar por parte de Gay y más con una plantilla tan justa de efectivos. Lo único que tiene es tiempo porque solo se llevan tres jornadas de Liga.



Triste insolvencia ( El Periódico de Aragón - 20/09/2010 )

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