LA LEJANÍA DE AGAPITO

El presidente zaragocista aumenta la distancia con el equipo y no aparece en público. No ha viajado en las tres ultimas salidas y casi nunca se pasa ya por los entrenamientos.




Ni en Málaga, ni en Alicante, ni en Gijón el pasado sábado estuvo Agapito Iglesias en el palco ni acompañó al equipo en esos viajes en un momento donde se está jugando la vida en la lucha por el descenso. En La Rosaleda fue Javier Porquera el que encabezó la representación, mientras que en las dos últimas salidas ha sido Francisco Checa quien ha estado en el palco.

El presidente del Zaragoza era habitual en los desplazamientos y ahora ha desaparecido. Y no parece una anécdota, por mucho que al palco de La Romareda sí siga acudiendo el empresario soriano. En los entrenamientos tampoco se le ha visto apenas en este 2011, cuando era fijo en las previas de los encuentros, en la sesión a puerta cerrada en el Municipal en la víspera. Aguirre puede dar fe de ello en el comienzo de su etapa como entrenador zaragocista.

La desaparición de Agapito Iglesias, al que tampoco se le ve como antes en las oficinas del club, coincidió en el tiempo primero con los problemas en los impagos a la plantilla, solucionados de forma parcial en lo que respecta a la temporada pasada --y solo en los futbolistas que siguen en ese vestuario del curso anterior--, gracias al dinero ingresado por Ander Herrera. El presidente apenas se reunió con el vestuario en los últimos dos meses, solo lo ha hecho de forma puntual con los capitanes. Eso, en alguien que siempre había llevado a gala su cercanía con los futbolistas --demasiada, en todo caso--, es más que llamativo.

También el alejamiento de Agapito coincide con la explosión pública de la negociación de compra de su paquete accionarial por parte del grupo empresarial que lidera Javier Abad. Esa posibilidad sigue latente y es más que probable que haya alguna otra no muy alejada de la de Abad, pero en todo caso el empresario soriano sigue de lleno en esa negociación, donde las reuniones se han sucedido en los últimos meses, ya que se inició en noviembre.

La venta del Zaragoza no está cerrada, pero las ganas de Agapito de vender su paquete accionarial recuperando lo que asegura haber avalado son tremendas, como también es claro que el camino del empresario soriano en el club parece ya sin demasiado recorrido y que la salida es cuestión de tiempo, de poco tiempo. Quizá por eso Agapito ha aumentado la distancia y ha limitado mucho sus apariciones en público.



La lejanía de Agapito ( El Periódico de Aragón - 28/02/2011 )