lunes, 26 de abril de 2010

EL QUIOSCO NOCIVO DE LA MESETA CENTRAL

LA PRENSA MADRIDISTA SEÑALÓ AL ZARAGOZA como si fuera un bandolero. Esa mirada partidista va de la mano de una peligrosa corriente de opinión..

Pep Guardiola tiró de fina ironía cuando, al final del partido Barça-Xerez, le preguntaron sobre un hipotético favoritismo del colegiado hacia su equipo. El técnico dijo: "El arbitraje español es bueno, aunque debería preguntar por la Meseta Central, que entienden mucho más de árbitros". Mientras aplaudimos su buen gusto crítico, no le recordaremos el génesis del gol de Jeffren del sábado ni las manos que le echó Tom Henning Ovrebo en Londres contra el Chelsea en las semifinales de la Champions de la campaña anterior. Ese relieve de la geografía deportiva al que alude Pep se extiende por lo general del Bernabéu al Camp Nou y viceversa. Pero no es esa la cuestión, sino la que afecta hoy al Real Zaragoza y que lo señaló ayer desde la mayoría de los medios de comunicación de Madrid como si fuera un bandolero.
A quienes ejercemos esta profesión por devoción o por cobrar la nómina a fin de mes sabiendo que todos somos en no pocas ocasiones víctimas de los encantos de la subjetividad, esa escuela de periodismo servil, desenfocada por interés y cateta por naturaleza nos produce vergüenza y preocupación. Y punto y seguido. Al Real Zaragoza debe transmitirle mayor desvelo porque en su afán de vender, estos alumnos-forofos, muchos de ellos con una cultura futbolística que les alcanza justo para llevar a Cristiano Ronaldo en el fondo de pantalla de su ordenador y alardear por ello, han creado una corriente de opinión falsa y muy perjudicial para el club aragonés en un momento crítico de la temporada, posiblemente de su historia si no logra la permanencia. Las aficiones de otros equipos le ven con motosierra en los resúmenes de televisión y en las crónicas y, lo peor, los árbitros suelen tomar nota de estas desinformaciones.
Suprema ignorancia
En el partido contra el Madrid el Real Zaragoza se empleó con dureza, frontera que Matteo Contini sobrepasó con creces y estupidez y por la que será debida y justamente castigado. Ponzio le hizo tres faltas consecutivas a Cristiano, más intimidatorias que dañinas, por las que vio una merecida tarjeta amarilla y Eliseu tuvo un punto de aceleración en sus entradas... ¿Y? Señalar al equipo de José Aurelio Gay como un grupo fuera de la ley supone una demostración de suprema ignorancia o de astuta estrategia mediática para desviar la atención sobre la vulgaridad de los blancos en La Romareda. Este Zaragoza es torpe en la batalla física porque se mueve en un terreno desconocido, el de luchar por la supervivencia al límite, lo que obliga a muchos de sus jugadores a interpretar un papel para el que no han sido concebidos: afear el juego, entorpecerlo, defender como principal o único mandamiento. De ahí a presentarlo alegremente como un rival sanguinario...
Es lo que tiene la Meseta Central, un quiosco nocivo en el ombligo. A la grandeza del Madrid no le hace ningún beneficio esa parcialidad tan manifiesta. Al Real Zaragoza mucho menos.
El quiosco nocivo de la Meseta Central ( El Periódico de Aragón - 26/04/2010 )

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