No dejan de repetir los medios catalanes que el secreto del éxito barcelonista es la unión en el banquillo. Joder pero es que una cosa es que haya el lógico buen rollo en toda agrupación deportiva y otra que el vestuario azulgrana se convierta en el batallón sagrado de Tebas, donde todos sus miembros aparte de magnificos guerreros eran soplanucas o muerdealmohadas depende del rango en el mismo.
Desde aquí simplemente esperar que el amigo Piqué no haya contagiado a nadie durante su paso por Zaragoza que demasiadas sorpresas nos estamos llevando últimamente con tanto invertido. De momento parece que ha encontrado el amor verdadero de la mano de Zlatan Ibrahimovic.
¿Tendrá la culpa el pollo transgénico de tal oleada de desviados o será la influencia de la televisión? ¿Tendrá algo que ver Zapatero?...Demasiados interrogantes, sin duda.
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